Desde Mar del Plata vamos rumbo a pueblos cercanos aunque desconocidos que bien pueden compararse con las mejores campiñas del mundos. El recorrido de dos días y una nocha, combina tradición, naturaleza, historia y gastronomía.
Balcarce, Tandil y Mar del Plata: a pura sierra, llanura y mar. El punto de salida es igual para realizar una vuelta inesparada: sierra, llanura y mar. Se puede salir de Tandil, de Balcare o Mar del Plata siempre considerando el retorno. El cirtuito es tan placentero que a uno lo llena de paza, sobre todo la llanuna y la sierrra.
Día 1: Mar del Plata – Balcarce – Tandil
A 45 kilómetros de Mar del Plata, por la Ruta Nacional 226, llegamos a La Brava, la laguna central de Balcarce rodeada de bosques, sierras y un arroyos. Es el escenario ideal para practicar deportes náuticos y pasear por los muelles del tradicional club de pesca.
Continuamos 30 minutos por la misma ruta y entremos al Centro de Balcarce donde encontramos un imperdible: el Museo del Automovilismo dedicado a la vida y carrera profesional de Juan Manuel Fangio. Además, podemos conocer la casa natal del famoso piloto de Fórmula 1 y el taller “La Escudería”, que, junto al autódromo municipal, forman parte del Circuito Fangio.
Otras de las actividades que recomendamos son la visita a La Plaza Libertad, al ex-matadero y la Escuela Media N°1, construidas por el arquitecto Francisco Salamone.
Las exploraciones en el cerro “El Triunfo” y la sierra “La Barrosa”, y la degustación del famoso postre Balcarce.
Por la tarde, retomamos la Ruta Nacional N° 226 y luego de una hora de viaje dormimos en Tandil.
Balcarce, Tandil y Mar del Plata: a pura sierra, llanura y mar
Día 2: Tandil – Ayacucho – Mar del Plata
Tandil alberga una amplia cantidad de atractivos turísticos como la Piedra Movediza, el Cerro Centinela y el Monte Calvario.
Tandil es una experiencia única apra detenerse embutidos de producción como el saleme y los quesos, acompañados de un vino o una cerveza artesanal.
A la tarde, viajamos durante 75 kilómetros por la Ruta Provincial 74 y llegamos a Ayacucho. La ciudad cabecera nos obliga a visitar la Plaza San Martín, convertida en un magnífico rosedal que le valió el apodo de «Ciudad de las Rosas”.
En el Parque Infantil del “Club de Leones de Ayacucho” hay una sorprendente reliquia para propios y extraños: el Primer Carrusell Argentino, declarado Patrimonio Histórico Cultural de la Provincia.
Hay un Centro Recreativo Comunal, un amplio predio atravesado por el arroyo Tandileofú, recorrer la casona edificada en el lugar en el año 1900, un espacio gastronómico y de recreación, es una buena manera de terminar el día y emprender el regreso de 160 kilómetros hasta Mar del Plata, por Ruta Nacional 29 y Ruta Nacional 226.
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