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En la famosa ciudad ferroviaria, la Laguna Benguria se encontraba entres las calles Congreso y Juan B. Justo y contaba con una pequeña isla central. Todo un paraíso. En esa isla se criaban patos patos y a su vez, Austín Raux alquilaba botes de madera y remos a los visitantes. Pero finalmente, la laguna fue rellenada para urbanizar Haedo en tiempos en que no existían los movimientos ecologístas. El relleno fue con troncos de eucapilto y las tierras fueron loteadas.

Historia de Morón: El extraño hallazgo en Haedo. Y ahora salieron a la luz viejos troncos en Lavallol y Juan B. Justo, ciudad de Haedo. Hasta el momento nadie sabe explicar por qué esos troncos perfectamente cortados, del mismo largo y el mismo diámetro, estaban bajo tierra. Así que se activó de golpe la antropología barrial y hay dos teorías. Una señala Laguna Benguria que había un pequeño puente de madera entre el «continente» y la Isla de los Patos y que al urbanizar, para rellenar aquel cause de agua, se hecharon los troncos y sobre los troncos tierra.

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La laguna Benguria en Haedo (Foto Archivo Histórico de Morón)

Historia de Morón: El extraño hallazgo en Haedo

La teoría tiene sentido. En el libro «Haedo 1886-1986 Album de las Nostalgias Haedo (1987)», de Omar A. Silva, el autor confirma que el loteo del área de la laguna fue en 1929. Años más tarde, para expandir el barrio (tristemente) «se rellenó la laguna con troncos de eucaliptus y fue loteada junto con la quinta del señor Eduardo Zorraquín. Primitivamente perteneció a la familia Pereyra. Una descendiente de dicha familia, la señora Susana Lynch se casó con el señor Eduardo Zorraquín y vivió muchos años en el lugar. Benguria (cuyo nombre tomo la laguna) fue cuñado de la señora Pereyra».

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Pese a los datos que no dejan de ser confusos, lamentablemente no hay una sola foto del aquel puentecito que por el largo de los troncos, pareciera que fue corto. Esto hace que se tomen más recaudos a la hora de hacer una afirmación. Sin embargo, la hispótesis barrial es verosímil. En el libro de Omar Silva habla del relleno de la laguna con troncos y hoy aparecen prácticamente en el mismo lugar, puede que sean los que se utilizar aquel puente.

Pero el tiempo y estudios más serio dirán si es cierto y si lo es, seguramente serán preservados como patrimonio cultural.

Los troncos al borde de la obra
Los troncos al borde de la obra (Foto: Castelar Digital)
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