En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón

Las historias son desgarradoras. En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón: Gisela, Marianela y José, de Villa Sarmiento y Barrio Texalar los últimos dos, respectivamente.

Las heridas siguen abiertas. En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón. Marianela Rojas vivía en el Barrio Texalar con su mamá, Mónica y tres hermanas, Soledad, Leonela y Iara.

Se levantaba todos los días a las 05:20 de la mañana para ir a trabajar a la fábrica de cortadoras de césped ubicada en Morón Centro, sobre la calle La Roche al 700.

- SUSCRIBITE GRATIS -

Y los sábados estudiaba en la Academia Gastronómica Argentina para ser chef.

Soñaba con construir una casa en un terreno en Rafael Castillo.

No tenía por costumbre ir a recitales, sólo estuvo en dos que fueron de la misma banda. Callejeos se había presentado el 23 de diciembre de 2004 en el estadio de Excursionisas. Ahí estuvo. Y estuvo en Cromaón, el fatídico día que cambió para siempre el mundo del rock.

La joven entró a República de Cromañón a las 21:30. Tras el cierre de la banda soporte, apareció Callejeros sobre el escenario, con el «Pato» Fontanet dispuesto a arrancar con la primera canción.

Marianela subió al primer piso para ir al baño donde había una guardería clandestina, otra irregularidad más del lugar. Allí fue con dos amigos, Ezequiel Adolfo Agüero y Matías Franco Ferreiyra. En ese contexto de horror conocido públicamente todos los recién mencionados perderían la vida. Sí, los tres: Marianela, Ezequiel y Matías.

Su mamá, Mónica, volvía tarde de trabajar. La jornada había sido extensa en el geriátrico donde desempeñaba funciones. Tomó el 166 para bajar en Morón, luego subiría a otro colectivo para llegar a Texalar, su barrio de toda la vida. A las 23:30 y con el peso del cansancio encima, prendió la tele y recibió el shock: incendio de un boliche en Once, 170 muertos.

En un estado total de desesperación Mónica se comunicó telefónicamente con una amiga de Marianela para saber cuál era el lugar al que había asistido su hija. La respuesta fue la que jamás hubiera esperado: la joven había ido a ver a «Callejeros» a República de Cromañón.

A partir de ahí, se comunicó con amigos y familiares. Junto a su madre, cuñado y yerno, comenzó un angustiante recorrido por hospitales con la esperanza de encontrar a Marianela viva en alguna habitación. No aparecía y llegaría lo inimaginable. “Me tuve que resignar, y entonces fuimos a la morgue y comenzamos prestar atención a la lista de fallecidos“, cuentó Mónica a Anticipos en el 2005.

A las 20:00 hs del día siguiente llegaría el peor final. Tras publicarse la lista en las puertas de la Morgue Judicial figuraba el nombre de Marianela Rojas. Las autoridades no le permitieron a Mónica reconocer el cuerpo, ya que afirmaban que estaba identificado. Sin embargo, ella insistió y pudo ver el cuerpo de su hija.

Tenía cara de paz, de tranquilidad – contó Mónica, entre lágrimas, en el living de su casa-, sin señales de sufrimiento en el rostro. Solamente tenía un raspón en la mejilla derecha y una mancha negra del humo en la frente. Pero se notaba que no estuvo expuesta al fuego, no estaba quemada” relató.

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón: La historia de Gisela

En la foto, la primera a la izquierda.

Gisela Barbalace era vecina de Villa Sarmiento. En la fatídica fecha, la joven de 17 años se tomó un colectivo en Brown y Rivadavia en Ramos Mejía. Vestía una calza negra, zapatillas Topper y una remera blanca con la lengua de los Rolling Stones. Pidió un boleto cuyo valor era de $1,35, saludó a las hermanas Novoa, sus amigas, de 18, 15 y 20 años y se sentó para disfrutar el viaje.

Las chicas habían planificado coincidir en el colectivo para dirigirse a Once, adonde llegaron alrededor de las 20:00 hs. Dialogaron 30 minutos en la fila para luego ingresar. Salvo una de las chicas, las demás jóvenes se acercaron al sector superior para ver al conjunto tocar.

Luego, la bengala que a las 22:50 dió paso a la tragedia que constituyó el dolor de toda una nación. En ese marco, Gisela, Daiana, Cecilia y 191 personas más dejarían físicamente este mundo. Su padre dijo aquel entonces: “Después de la muerte de Gisela, no tengo más vida”.

En el 2018 el concejo deliberante de Morón colocó una placa por Gisela. La iniciativa fue de Ada Ruth Sirlin, de la Asociación Civil Argentina República de Cromañón, quien encabezó la solicitada en el recinto. El pedido fue aprobado de forma unánime por los ediles y fue colocada en la Plaza Alsina en Villa Sarmiento, lugar en el que ella jugaba en sus años de niñez.

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón. Placa en homenaje a Gisela Barbalace, de Villa Sarmiento.

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón

Y Miguel Barbalace, padre de Gisela Barbalace, publicó una carta abierta en memoria de su hija:

«No se si habrás partido de esta vida sabiendo lo mucho que te quiero y que daría mi vida por cambiarte el lugar».

«Confío totalmente en Dios, que te tiene cuidada y resguardada, y no puedo evitar sentir que me hubiera gustado que vivieras más entre nosotros, que pudieras disfrutar mas, que siento que es muy corto el tiempo que estuviste aquí y que mi “posesividad” es la que está determinando mi pensamiento.»

Con Fe en Dios, confío que estás mejor, en un paraíso mágico de amor. Aunque , como te digo, me hubiera gustado irme primero, como lo que es “natural”, que nos vayamos primero los más viejos.

«No lloro ante nadie, ocultándome de todos les muestro fortaleza para poder resignarnos ante esta tragedia».

«Son muchos los que están expectantes que no me caiga, especialmente tu abuela que copia todos mis sentimientos y muchos los que quieren que siga haciendo cosas por vos y para vos y no me puedo dar el “lujo” de sufrir públicamente, en cambio, en soledad, no necesito confesártelo, seguramente vos estarás viéndolo por vos misma».

«Te quiero muchísimo, siento que no estuvimos todo lo que hubiéramos podido estar juntos y siento que al mismo tiempo, se me llena de orgullo que hayas sido una “petisa piola” porque en muy breve tiempo, hiciste amigos y entrañables vínculos con gente muy buena».

«Hoy, luego de ir nuevamente frente a tu última morada en Chacarita, te lo dije en persona, a solas, seguro me escuchaste y comprendiste».

«Habré tenido millones de falencias como papá, mil millones como ser humano. Espero algún día un reencuentro que nos permita comunicarnos mejor y completar todo lo que no tuvimos la oportunidad aquí. Confío que Dios nos dará la oportunidad de vernos nuevamente y para siempre».

«Quiero tener presente que no moriste, que estás entre nosotros en una visión de Alma y Fe que solo Dios es capaz de interpretar. Quiero pensar que desde ese mágico lugar del Paraíso, sentís como todos nosotros… tu familia, tus amigos y amigas, estamos mostrándonos abiertamente a tu persona, entregando lo más sentido de nuestros corazones».

«Vos sabés muy bien que siempre te voy a amar con el alma».

«Papá»

Gisela se había puesto como objetivo estudiar ciencias económicas y cursar un profesorado de historia.

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón: José Leandro Avalos

José Leandro Avalos, al igual que Mariela, también vivía en el barrio Texalar. En la noche del horror murió asfixiado por monóxido de carbono tras el incendio provocado por la bengala. Aquel entonces el Municipio de Morón creó el «Comité de Ayuda para Víctimas de Emergencias y Catástrofes» que funcionó en la calle San Martín 964. Contó con la coordinación de la Licenciada Diana Bueno, psicóloga y trabajadora social.

El primer día el comité recibió varios llamados, entre ellos, el de un grupo de sobrevivientes que buscaban terapia de grupo y el de una mujer que no encontraba los modos para contarle a su hija de tres años que el padre estaba internado en estado crítico.

Tanto el gobierno porteño como bonaerense declararon el luto, se llevaron a cabo marchas desde Plaza de Mayo hasta Once en el marco de la «Semana de la Memoria». También se creó la «Agrupación Justicia y Memoria por Nuestros Pibes».

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón. La sentencia en el llamado «Juicio por Cromañón» brindó como resultado los siguientes veredictos:

Emir Omar Chabán, propietario del establecimiento y responsable de las instalaciones, fue condenado a 20 años de prisión. Fue considerado coautor penalmente responsable del delito de incendio doloso, calificado por haber causado la muerte de 193 personas y lesiones a otras 1432. Misma pena para Raúl Villareal, mano derecha de Chabán. El escenógrafó Daniel Cardell recibió tres años de prisión. Los integrantes de «Callejeros», penas que fueron de 7 a 3 años. Del conjunto el que más años recibió fue Patricio Fontanet, su cantante. Los funcionarios porteños Fabiana Fiszbin , Gustavo Torres y Ana María Fernández recibieron penas de entre 2 a 4 años. Los cargos: “estrago culposo seguido de muerte en concurso ideal con omisión de los deberes de funcionario público”.

En la tragedia de Cromañón hubo tres fallecidos de Morón

- Publicidad -