
Denuncian que la terminal de Liniers, en la que operan 250 empresas de micros de larga distancia, no tiene habilitación. El dueño es el propietario del hotel que se derrumbó en Villa Gesell.
Denuncian que la terminal de Liniers sólo tiene permisos para transporte pre aéreo y transporte público urbano automotor. Hoy en día los micros que salen y llegan son provenientes de provincias argentinas y países limítrofes.
De esta forma no estaría habilitada para funcionar como terminal de ómnibus de media y larga distancia.
Ahora, el foco se puso en este lugar ya que el dueño es Antonio Juan Manuel Arcos Cortes, propietario del Hotel Dubrovnik el cual se derrumbó en Villa Gesell dejando como saldo ocho muertos, puso en primera plana a su propietario, el empresario Antonio Juan Manuel Arcos Cortes.
El empresario está siendo investigado y tanto su domicilio como las oficinas de la empresa Parada Liniers fueron allanadas en el marco de esta causa lo que despertó las alarmas de los funcionarios de la Ciudad y Nación.
Según los documentos oficiales de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de la Ciudad de Buenos Aires, esta terminal no está habilitada para funcionar para ómnibus de media y larga distancia.
Por esta causa, podría intervenir la AGC y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), cuyo titular Edgar René Pérez quienes pueden supervisar y fiscalizar la Terminal Liniers y clausurarla.
Dicha terminal funciona hace más de 30 años. Comenzó como un punto de venta de pasajes y con el tiempo fue sumando el servicio de transporte, encomienda y paquetería.
Ubicada en Av. Gral. Paz 10868/76 posee 12 dársenas para el estacionamiento de colectivos, ascenso y descenso de pasajeros. Más de 250 unidades operan a diario hacia diferentes provincias argentinas y países limítrofes.
