Donda Tigel actuó en la ESMA. Se dedicó a secuestrar, aplicar tormentos y sustraer los bienes de las personas ilegítimamente privadas de la libertad. Recibió penas de prisión perpetua en 2011 y en 2017 en las denominadas causas 1.270 y ESMA Unificada. La pena que recibió ayer de 15 años se unifica con estos procesos.
Condenaron al represor Adolfo Donda por la apropiación de su sobrina Victoria Donda, único caso en la historia negra del país. El hermano y la cuñada de Adolfo Donda, José María Laureano Donda y su mujer María Hilda Pérez, vecinos de El Palomar, aún están desaparecidos por intervención de Adolfo Donda.
La cuñada de Adolfo Donda se encontraba embarazada al momento de su detención ilegal en la Estación Morón del Ferrocarril Sarmiento y su bebé nació en cautiverio. Ese bebé fue Victoria Donda y recuperó su identidad a los 27 años gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo.
El hermano de Adolfo Donda, José María Laureano Donda Tigel, fue secuestrado a los 21 años junto a su mujer, María Hilda Pérez, en Morón. Ambos fueron delatados por Adolfo Donda, padrino de bodas de la pareja.
Una vez secuestrados, cuando su cuñada María Hilda Pérez tuvo a su segunda hija en la ESMA, se la entregó a Juan Antonio Azic, otro oficial de inteligencia quien la inscribió como hija biológica con el nombre de Claudia Analía Azic.
Victoria Donda nació en la Escuela de Mecánica de la Armada y recuperó su identidad el 8 de octubre de 2004 tras el examen genético al que se sometió.
«Condenaron a 15 años de prisión a mi tío, Adolfo Donda, por mi apropiación y ocultamiento de identidad. Aunque sigo sin saber dónde están mis padres, sé que desde hoy descansan en paz», escribió Victoria Donda en sus redes sociales.
El ex marino Adolfo Donda, miembro del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, cometió un cúmulo de delitos contra su propia familia y es el único caso en los juicios de lesa humanidad que se tenga registro.
«Cori», «La Gorda Cori», «Corita» o «La Petisa», María Hilda Pérez, había nacido el 24 de abril de 1951 en Mendoza. Era la mayor de cuatro hermanos. Ya de joven se mudó a El Palomar, militaba en Juventud Peronista, y luego pasó a formar parte de la Organización Montoneros. Entonces trabajaba en la Fábrica de Plásticos Strauss (ya no existe) donde era delegada gremial. Su marido y compañero de militancia era José María Laureano Donda.
Se conocieron en 1973 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en donde ambos estudiaban. En 1974 fueron padres primerizos de Eva Daniela (que actualmente adhiere a Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en la Argentina).
En primera instancia, a Eva Daniela la dejaron con su abuela materna cuando sus padres pasaron a la clandestinidad como lo hizo toda la organización Montoneros y por la cual Adolfo Donda les hizo un juicio por la tenencia que ganó.
Con un embarazo de 5 meses, María Hilda Pérez fue detenida el 28 de marzo de 1977 en Morón. Según su propio relato reconstruido por compañeras que estuvieron secuestrada con ella en la Comisaria Tercera de Castelar y en la ESMA, «había ido a una cita con un compañero cerca de la estación de Morón. Ahí los agarraron a los dos y los subieron a un camión del Ejército. A ella en la cabina, entre el chofer y un soldado. Al hombre lo tiraron atrás. Cuando el camión se detuvo en un semáforo, el detenido saltó y detrás de él saltaron sus captores, incluidos los que la custodiaban a ella. Aprovechó la ocasión, también saltó y corrió hasta llegar a la Estación Morón del Ferrocarril Sarmiento donde por fin se sintió a salvo. Al llegar a las vías escuchó un tiroteo. Supo después que su compañero había sido asesinado. Antes de que llegara un tren y pudiera escapar, un grupo de efectivos rodeó y la detuvo».
Estuvo primero en la Comisaria Tercera de Castelar, y luego la trasladaron a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en donde dio a luz a Victoria en honor a la «victoria» que llegaría con el peronismo revolucionario. «Corita» Pérez, pidió que Lidia Vieyra la asistiera en el parto.
El ex capitán de fragata Adolfo Donda operó de forma clandestina en la ESMA bajo los apodos de «Palito», «Jerónimo» o «Gerónimo», «Chiche», «Libstein Solía», «Guillermo Ribes» o «Rubén Pellegrino».
Con el regreso de la democracia, fue uno de los directores de Zapram, la empresa de seguridad del Grupo Yabrán que controlaba los depósitos fiscales del Aeropuerto de Ezeiza. Luego trabajó en Tecnipol SRL, empresa de comercialización de equipos para las fuerzas policiales y de seguridad. Y después del suicidio de Alfredo Yabrán trabajó en seguridad privada en la empresa Servicios Quality Control SA.
En 1987 la Cámara Federal lo procesó por más de 62 delitos de lesa humanidad que incluían secuestros, tormentos y homicidios pero quedó libre por la Ley de Obediencia Debida dictada en Argentina el 4 de junio de 1987, durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín. Y recién en 2011 volvió a ser juzgado. Y ayer acumuló otra condena de 15 años por la desaparición de su hermano, su cuñada y la entrega de su sobrina.
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