La Vecina de Ituzaingó que murió en el atentado al peronismo del 15 de abril de 1953

La plaza de Mayo se encontraba repleta ese miércoles. Los balcones de la Casa Rosada estaban colmados de funcionarios. Transcurrido un largo rato de ovación al primer mandatario, general Perón, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y de la marcha Los muchachos peronistas. Luego hubo un minuto de silencio por la fallecida Eva Perón. A continuación, habló el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Eduardo Vuletich, y por último dio su discurso el presidente.

La Vecina de Ituzaingó que murió en el atentado al peronismo del 15 de abril de 1953. El acto fue convocado para animar al pueblo frente al desabastecimiento, el agio, la especulación y la inflación que carcomían el sustento argentino.

(por el prof. Héctor Daniel De Arriba).-*

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Para facilitar la concurrencia, se había declarado asueto administrativo. En cuanto a la difusión del acto, los discursos programados serían transmitidos por LRA, Radio del Estado, junto con la Red Argentina de Radiodifusión.

Con antelación al acto, convocado por la CGT, personas civiles de un grupo antiperonista habían colocado bombas en dos sitios, las cuales estallaron en la confitería Conte, que estaba cerrada por refacciones, del primer piso del Gran Hotel Mayo (ubicado en H. Yrigoyen 420 esquina Defensa, hoy Banco Santander) y en el interior de la estación Plaza de Mayo del Subte Línea A, en un vagón de ese transporte. La primera bomba estalló a las 17.45 horas y cinco minutos después la segunda.

El acto prosiguió en un clima tenso, mientras los servicios de emergencia y ambulancias de la Fundación Eva Perón, de la Asistencia Pública, de la Cruz Roja y de distintos policlínicos socorrían a los heridos y rescataban los cadáveres.

La bomba del Conte, dentro del Hotel, sólo originó pánico y muchos heridos. La bomba del subterráneo, más poderosa, mató a 6 personas.

Definitivamente, esta investigación reveló que por efecto del segundo estallido fallecieron en el acto cinco personas, identificadas como Santa Festeggiatta, viuda de D’Amico, Mario Pérez, León David Roumieux, Osvaldo Mouché y Salvador Manes. El 02 de mayo murió, como consecuencia de las graves heridas, José Ignacio Couto.

Los heridos pasaron por los siguientes establecimientos Consultorio Central de la Asistencia Pública, Hospital Ramos Mejía, Hospital Rawson, Hospital Argerich (se los llamaba Policlínicos en esa época) y Hospital Policial Bartolomé Churruca.

El primer mandatario dispuso que la Fundación Eva Perón, de la cual era presidente, se hiciera cargo de los gastos de sepelio de los fallecidos, quienes fueron inhumados en los cementerios de Chacarita, Flores y Avellaneda, y envió flores a sus respectivos velorios. A su vez, dispuso que visitadoras sociales se interiorizaran sobre las necesidades familiares de los deudos y parientes de las víctimas, ya sean heridos o muertos. Las Fuerzas Armadas enviaron ofrendas florales.

El edecán del presidente, teniente coronel José García Althabe, asistió a cada uno de los velatorios llevando el pésame de Perón: en Díaz Vélez 3565, a los familiares de León David; en Lobería 161, a los de Santa; en Echeandía 4527, a los de Salvador; en José León Suárez 5732, al de Mario y en Julio A. Costa 3939-Lanús Oeste (municipio llamado en esa época 4 de junio) a los de Osvaldo.

La vecina de Ituzaingó, fue señora Santa Festiggiata De D’amico: italiana de 84 años, inhumada en el cementerio de Flores el día 17, a las 11 horas (84-7-16-19). Despidieron sus restos José F. Santos, en nombre del Partido Peronista, y Floreal Oscar Díaz, en representación del Partido Peronista Femenino.

Tenía 40 años de residencia en el país. Estaba jubilada como obrera textil. Vivía en Lobería 161, junto con su hija Josefa de De Felice y su nieta Belisa Nicolina.

Este aporte histórico está dentro del libro Los muertos de Plaza de Mayo: 1945, 1953 y 1955, Editorial Dunken, 2022, 368 págs., cuyo autor el Profesor en historia Héctor Daniel De Arriba le dedicó cinco años a la investigación sobre la base de diarios, revistas, obituarios, libros de inhumaciones y testimonios de varios familiares de los fallecidos

El libro posee como objetivo, rescatar para el futuro la vida trunca de las víctimas inocentes de las tres fechas y recordarlas más allá de sus nombres y apellidos. Es una obra no partidista, que trae al presente argentino las muertes de una década del siglo XX.

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