Juan Carlos Rousselot

Juan Carlos Rousselot: ¿Cuándo falleció? El tres veces intendente de Morón y dirigente menemista Juan Carlos Rousselot murió la madrugada del jueves 8 de julio de 2010 a los 75 años. Su deceso ocurrió el Hospital Alemán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Juan Carlos Rousselot: ¿Cuándo falleció? Nació en Tapenagá, Chaco, y luego de vivir en CABA, al separarse de su primer matrimonio, se radica en El Palomar, Morón.

Rousselot fue periodista, locutor, relator de fútbol y comentarista de boxeo. Tuvo una carrera en medios masivos importante gracias a una voz privilegiada que finalmente lo convirtió en conductor de televisión.

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Juan Carlos Rousselot: Locutor

Cuando en 1958 llega a Buenos Aires, se incorpara a Radio El Mundo. Y de ahí pasa al viejo Canal 11 para relatar fútbol, boxeo y noticias y la transmitió en vivo y en directo la llegada de Norteamérica a la Luna el 20 de julio de 1969, acontecimiento que fue registrado en un disco.

Juan Carlos Rousselot en el Ministerio de Bienestar Social con José López Rega

Durante el tercer gobierno de Juan Domingo Perón, fue locutor oficial del Ministerio de Acción Social que conducía José López Rega. Fue justo desde ese organismo nacional que se fundó la organizaciónn parapolicial Triple AAA, Alianza Anticomunista Argentina. En el video que se puede ver debajo, López Rega da una conferencia de prensa luego de ser presentado por Rousselot.

Con el Golpe de 1976 y el inicio de la dictadura genocida autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, fue detenido y le confiscaron todos sus bienes. Entre ellos su diario de El Chaco llamado El Norte. Fue obligado a venderlo a un precio bajísimo. Y se lo pagaron con las propias utilidades del medio. ​

Juan Carlos Rousselot y la Dictadura del ’76

Durante la dictadura que se inició en 1976, le prohibieron trabajar en medios de comunicación a pesar de no tener vinculaciones con organizaciones de izquierda, ni guerrilleras. Y se mostró en la Revista Gente como portero de un edificio en Mar del Plata y amasando pan en su casa para dar cuenta del estado de necesidad que atravesaba. Sin embargo no encontró trabajo en los medios.

Luego, se autoexilió en Paraguay y Uruguay y mantuvo contactos intermitentes con líderes del peronismo.

Para 1983, la dictadura iniciada en 1976 había fracasado por completo y llamaba a lecciones generales.

Ese año, en el peronismo hay internas por la Presidencia de la Nación. Se enfrentan Antonio Cafiero e Italo Luder y gana el último que arma fórmula con Deolindo Bittel.

A Cafiero le quedaba una chance: ser candidato del consenso a gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Pero al tratarse de una elección indirecta que se realizaba a través de delegados partidarios, el espacio encabezado por Herminio Iglesias decidió desconocer el acuerdo previo entre Cafiero y Luder. El caudillo de Avellaneda se propuso como número uno y, obvio, ganó la candidatura a Gobernador.

Así se preparó el peronismo para enfrentar a la UCR de Raúl Alfonsín en 1983. Y este es el punto en que empieza a tramarse la Renovación Peronista.

Desde el exterior, Rousselot ver perder al peronismo, a sus viejos amigos, frente a la UCR de Raúl Alfonsín. Y la derrota marcaría al peronismo.

Juan Carlos Rousselot Regresa a la Argentina

Con la UCR en el poder y las garantías democráticas aseguradas, Rousselot regresa al país. Meses después, consigue que la Secretaría de Información Pública le confirmara por escrito que no existía ninguna restricción para que trabaje en radios o televisión y recupera su cargo en el viejo Canal 11, en ese entonces propiedad del Estado Nacional.

Juan Carlos Rousselot y las «Charlas de Adoctrinamiento»

Y así como para Cafiero y tantos otros dirigentes, la derrota ante la UCR obligaba a reconstruir el peronismo, para Rousselot eran necesarias «charlas de adoctrinamiento». Acá encontramos la primer gran diferencia que chocará en 1988. Para Cafiero, era necesario cambiar el peronismo mientras que para Rousselot, sumar nuevos adherentes.

Camino a las elecciones legislativas de 1985, Cafiero arma el Frente Renovador Justicialista Democracia y Participación (Fre.Ju.De.Pa.) y Rousselot da, en ocasiones, alguna charla sobre peronismo en un living humilde de El Palomar, su lugar de residencia.

Cuando Cafiero se presenta a elecciones por fuera del PJ, la UCR las legislativas. Pero el Frente Renovador derrota, y por mucho, al viejo peronismo. Cafiero se consolida como el principal dirigente peronista de la Provincia de Buenos Aires.

En Morón, los resultados de 1985 fueron:

UCR: 113.513 votos (Isacc Kaufman encabezó la lista)

Frente Renovador: 76.742 votos (Roberto Maldonado primer concejal)

Partido Intransigente: 41.033 votos (José Olivera fue el 1 de la Lista)

Frente Justicialista de Liberación: 23.127 votos (No obtuvo concejales)

Frente del Pueblo: 15.246 (No obtuvo concejales)

U.C.D.: 10.387 votos (No obtuvo concejales)

¿Que se puede leer de estos resultados? La UCR seguía funcionando y el peronismo se había partido. Pero dentro de esa división, Cafiero tenía tres veces más votos que los ortodoxos. El «método Cafiero» estaba confirmado.

Juan Carlos Rousselot vuelve a la política

Al año siguiente, el ritmo de las charlas de adoctrinamiento de Rousselot crecen exponencialmente alentado por referentes de El Palomar, Haedo y Villa Sarmiento que no comulgaban con la Renovación Peronista de Cafiero.

Las charlas, que habían comenzado en casas de militantes, se trasladan a locales partidarios y luego a grandes reuniones y actos. Rousselot es un «famoso», un «mediático» y, obvio, sabe hablar.

En la foto que se exhibe debajo, se lo ve en 1986 junto a Alberto León, dirigente de Haedo, y Juan Carlos Fainsilber, ex senador provincial y vecino de Villa Tesei, en un acto en Morón en el que recibe una distinción por sus charlas sobre el peronismo.

Juan Carlos Rousselot

Mientras, Cafiero, jefe político del peronismo bonaerense, expande la Renovación Peronista y que tenía como referentes a Carlos Menem (Gobernador de La Rioja), José Manuel de la Sota (Córdoba), Carlos Grosso (Capital Federal), José María Vernet (Santa Fé) y José Luis Manzano (Mendoza).

La Renovación Peronista no se resignaba a estar fuera del poder a causa de caudillos obsoletos y conservadores como Italo LuderDeolindo Bittel y Herminio Iglesias.

Pero Rousselot no estaba convencido del liderazgo de Antonio Cafiero, un histórico del peronismo bonaerense que había perdido la interna presidencial de 1983 frente a la fórmula Luder y Bittel, que había dejado el PJ y que encima mantenía sus aspiraciones políticas bien altas, como por ejemplo a Presidente de la Nación.

Rousselot piensa que Cafiero no puede ser ni Gobernador, ni Presidente. Es un perdedor y rechaza a los ortodoxos. Gobernador puede ser él, Rousselot, que es un hombre popular, mediático, nuevo en el mundo de la militancia y que llena casas, locales y clubes hablando de Perón.

Camino a 1987 se reelegía Gobernador Bonaerense e Intendente de Morón pero no Presidente de la Nación. Y la Renovación Peronista sale al ataque. Pide democracia interna. O sea, elegir las autoridades al Consejo de Partido y los candidatos por el voto de los afiliados.

Ante ese escenario y sin chances en Morón de representar a la Renovación Peronista de Cafiero, Rousselot se acerca a Menem que tenía pretensiones a ser presidente de la Nación.

¿Por qué Rousselot no tenía chances de ser el cafierismo en Morón? Primero por que no quería. Pero si hubiera tenido esa pretensión, no habría tenido lugar.

La Renovación Peronista en Morón la conducía el dirigente de SMATA, Horacio Román, y el abogado Carlos Alvarez. En la foto, en un bar de Morón Centro, se ve a José María Vernet y a su lado, a la izquierda de pantalla, a Román, y del otro lado, a Alvarez. Detrás esta Omar Marinucci sentado (padre de Martín Marinucci) y de parados Roberto Maldonado (luego concejal y diputado provincial) y Alberto Descalzo (el actual intendente de Ituzaingó). La foto es de 1986.

La Renovación Peronista de Morón

Esta es la Renovación Peronista ganadora de las elecciones legislativas de 1985 que en Morón tenía una columna vertebral sólida. Los que demostraron que un Herminio Iglesias prendiendo cajones fúnebres en los actos restaba votos, se hicieron de toda la escena peronista.

Para Rousselot no hay ni quiere tener chances en la Renovación Peronista de Román y Alvarez.

Toma otro rumbo: La Rioja. Y es producto del azar.

Juan Carlos Rousselot y Carlos Menem

¿Cómo se pone en contacto Rousselot con Menem? A través de Julio Ramos, vecino de Parque Leloir (en ese entonces parte de Morón), periodista liberal y Director Propietario del diario Ambito Financiero.

¿Cómo conoce Rousselot a Ramos? A través de otro vecino de Ituzaingó, Carlos Bonicalzi, que había participado de las elecciones de 1983 como cuarto candidato a concejal de la ADEI, un espacio político vinculado a la UCEDE que había fundado Julio Ramos.

Bonicalzi, un vecino de Ituzaingó y sin militancia política, reúne a Julio Ramos con Rousselot. Y luego Ramos hará la reunión RousselotMenem.

Qué tenía para perder Menem. Nada. En provincia de Buenos Aires no contaba con ningún seguidor y Cafiero se había fortalecido enormemente. Perdido por perdido, Menem atiende en La Rioja a Rousselot.

¿Cuál fue el acuerdo que hicieron en 1986? Frenar los deseos a Gobernador de Antonio Cafiero. De esto se trató la alianza MenemRousselot, de dos hombres prácticamente nuevos en la emergencia política disputando poder ante un Cafiero que había ganado las legislativas de 1985 y se había quedado con el liderazgo en territorio bonaerense. Y es que con el triunfo de 1985, Cafiero demuestra que hay un peronismo ganador y se pone como rumbo la Gobernación.

Por lo tanto, Menem y Rousselot se proponen frenarlo.

¿Cómo fue el pacto? Menem, que era gobernador sería el candidato a Presidente, y Juan Carlos Rousselot a Vicepresidente o Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Pero Menem le aconseja que salga al territorio y demuestre.

Para 1987, cuando se realizan las internas por la conducción del PJ Morón, se presentan RousselotAlvarez y Román. Las gana Román. Pero en 1987, cuando se realizan elecciones internas para que los afiliados decidan quién sería el candidato a intendente, se impone Rousselot aunque Cafiero obtiene un triunfo en toda la provincia de Buenos Aires.

¿Qué es lo que observa Menem? Qué Cafiero puede ganar una interna en toda la provincia de Buenos Aires, pero donde esta Rousselot pierde. Para Menem queda claro que Rousselot es más que Cafiero, así que lo infla, expande y fortalece.

Tanto, que en 1987, Rousselot gana la jefatura comunal con la simple consigna «Agua + Cloacas = Salud», y Cafiero la Gobernación. Mientras tanto, el radical Raúl Alfonsín gobernaba el país.

Así se concreta el primer paso de lo que se llamará el Peronismo Federal o «menemismo». Rousselot se suma a los llamados «12 Apóstoles», los hombres que predicarán por todo el país la candidatura a Presidente de Carlos Menem. Cada uno lo haría en una provincia. Rousselot en Buenos Aires, territorio de Cafiero, de Cafiero Gobernador (cuidado).

Leamoslo así para que nos quede claro: Rousselot sale de Morón, el distrito peronista con mayor caudal electoral de la Primera Sección Electoral, proclamando la frase «Menem Presidente» por todo el territorio gobernado por Cafiero. Los pibes de hoy dirían «un loco». 

Así que Rousselot asume como intendente el 10 de diciembre de 1987 en el territorio del principal rival de Menem, que era el Gobernador Cafiero, y en un abrir y cerrar de ojos comienzan las rivalidades.

El día que asumió Rousselot, le toma juramente en el Concejo Deliberante el Secretario General de los Gastronómicos, Joaquín Arias, o sea, un hombre de Luis Barrionuevo, y a su vez virtual viceintendente.

Juan Carlos Rousselot Joaquín Ignacio Arias

Y ese mismo día, el de la asunción, por la noche, una multitud lo espera en la Plaza General San Martín cuando sale a saludar por la explanada trasera del Palacio Municipal.

Juan Carlos Rousselot

De inmediato, el locutor comienza predicar la candidatura a Presidente de Menem y, de paso, la propia, o sea, a vice. Hace afiches, manda a realizar pintadas, pasacalles, inventa el primer vehículo de campaña e invita al Gobernador de La Rioja a Morón.

Paralelamente, «abre» el Gabinete Local y suma todas las líneas internas de carácter nacional. Lo integraban desde el Comando de Organización (C. de O.) hasta el Peronismo Auténtico, el brazo político de la organización Montoneros que había sobrevivido a la dictadura militar. Desde la Renovación Peronista de Cafiero hasta el Peronsimo Federal de Menem.

Como intendente, Rousselot establece un mecanismo novedoso como las Audiencias Públicas que se realizaban en el Teatro Gregorio de Laferrere los martes por la tarde. El vecino daba su nombre completo, su DNI y su número de partida municipal. En el teatro, de pie, entre la gente, Rousselot escuchaba propuestas o reclamos. La foto es de 1988.

Juan Carlos Rousselot

Se muestra interesado en la salud y plantea remodelaciones en el Hospital Morón.

Juan Carlos Rousselot

También larga un plan de obras públicas en el que dice que habrá un fuerte crecimiento en asfaltos y viviendas.

Juan Carlos Rousselot

Se muestra en el Concejo Deliberante. Se reúne con los bloques de la oposición y con el propio.

Recorre las cuencas hídricas de Morón luego de heredar la tragedia provocada por las inundaciones de 1985 que le costaron la vida a dos hermanas.

Juan Carlos Rousselot

En un distrito con dos bases militares se muestra junto a la Fuerza Aérea y al mismo tiempo descarta cualquier vínculo con organismos de derechos humanos, anunciando lo que sería la llamada «reconciliación nacional» que intentaría a contrapelo de la historia Carlos Menem como Presidente de la Nación a través de los indultos a los jefes militares y guerrilleros un año más tarde, en 1989.

Juan Carlos Rousselot

También abre un espacio a la cultura popular, comercial y mediática con la que tenía vínculos.

Y participa de los plenarios del Consejo del Partido Justicialista.

Juan Carlos Rousselot

Todo esto ocurre en el marco de una pax política que no duraría mucho. Rousselot se había pronunciado a favor de Carlos Menem, mientras que en Morón, los históricos Román y Alvarez ya participaban fuertemente del Gobierno Provincial de Cafiero y militaban su candidatura a Presidente.

Para 1988, Román llevaba tres años como Presidente del Bloque de Senadores Bonaerenses de la Legislatura y Alvarez uno como Ministro de Gobierno.

Un hecho interesante es cómo se conformaba el poder y se equilibraba la correlación de fuerzas en aquel Gran Morón. Rousselot vivía en El Palomar, Román en Villa Tesei y Alvarez en Ituzaingó. Si lo llevamos a la geografía actual, uno era de Morón (Rousselot), otro de Hurlingham (Román) y el tercero de Ituzaingó (Alvarez).

Pese a la existencia de los tres dirigentes, uno menemista y dos cafieristas, ni en en 1987, ni el primer semestre de 1988, hay conflictos dentro del peronismo.

Claro que no hay conflictos hasta que Rousselot firma un convenio para la construcción de una red cloacal para todo Morón con la empresa Sideco Americana de Franco Macri. En octubre de 1988 llega a Morón un Mauricio Macri de 29 años a firmar el convenio como apoderado de la firma y todo alrededor de Rousselot comienza lentamente a desmoronarse.

Juan Carlos Rousselot Mauricio Macri

Nadie supuso en ese entonces que «La batalla de Morón» se iniciaría en 1988 y terminaría en 1999. Once años después.

¿La cloacas se hicieron? No se hicieron. Este un dato es fáctico. Si se trató de una estafa o no, jamás lo vamos a saber.

Otro dato fáctico es que 30 años después, si sumamos los tres distritos, dos tercios de la población sigue sin cloacas.

Ahora vayamos por la interpretación. ¿Por qué se desmorona la escenografía política de Rousselot cuando firma el Plan Cloacal I con Macri? Leean: Si el hombre que quería ser vicepresidente de Carlos Menem lograba empezar y terminar al menos un tramo de las cloacas para 1989, año electoral, ¿dónde quedaba la figura del Gobernador Cafiero en la Provincia de Buenos Aires?

Esta pregunta es imposible de responder porque las cloacas jamás se empezaron, pero en 1988 la Renovación Peronista y la oposición no peronista, entre ellos el bloque mayoritario de la UCR, pensaban dos cosas. En primer lugar, que Rousselot o el rousselotismo se consolidarían en Morón. Como lo consideraban un ortodoxo, suponían que Morón estaría gobernador por años por esa rama del peronismo. Por otro lado, que el ingreso del capital privado en la esfera pública terminarían deformando el rol del Estado.

Así que el día que Rousselot firmó el convenio con Sideco Americana, sin darse cuenta, arrancó el inicio las hostilidades con el cafierismo.

Pero hay un tercer aspecto a tener en cuenta. En 1988, meter al capital privado a realizar una obra de semejante envergadura con tres papeles de por medio, asustaba a cualquiera. Rousselot hubiera necesitado una Comisión Evaluadora, la participación ciudadana, una Comisión de Seguimiento, un llamado a la ciudadana, un trabajo serio de prensa. Digamos: lo que con el paso del tiempo se llamaría consenso.

Nada de esto ocurre. El convenio se firma y las aguas se abren lentamente entre Rousselotistas y los Verdes de Horacio Román. Se enfrentan los sectores urbanos con los periféricos. Piensen en aquel Morón que era el Gran Morón, con Hurlingham e Ituzaingó dentro.

El enfrentamiento fue entre los sectores urbanos, instruidos y medios con los sectores periféricos y se dio porque Morón Centro, Castelar Norte y Centro Sur, Haedo y Villa Sarmiento tenían cloacas. Mientras que no tenían el servicio ni El Palomar (Morón), ni Morón Sur, ni Castelar Sur, ni Hurlingham, ni Ituzaingó.

Este es el enfrentamiento entre el peronismo blanco, instruido y burgués y el peronismo cimarrón, pardo y orillero. Es la pelea entre el partido y el movimiento, entre el régimen y la montonera. Entre la renovación que quería fortalecer las instituciones y el rousselotismo que no tenía prejuicios a la hora de introducir capital privado en las responsabilidades del Estado.

Entonces comienza a propagarse el concepto del engaño, la trampa y la corrupción.

Acá el punto jamás pensado: el gran miedo, ¿fue que una empresa privada reemplazara al Estado? Esta claro que sí. Porque si ocurría, ¿a qué se reduciría un Gobierno?

Para octubre de 1988, el Plan Cloacal I esta firmado. Y entonces la tensión crece. En febrero de 1989 se arma una Comisión Investigadora que suspende a Juan Carlos Rousselot y en abril lo destituyen del cargo de intendente. En su reemplazo asume el barrionuevista Arias como intendente de Morón en un acuerdo con la Lista Verde de Román, hombre de SMATA.

Asume Arias no porque fuera Presidente del Concejo Deliberante, sino porque había sido el primer concejal de lista que llevó a Rousselot como intendente en 1987. Así lo establece la Ley Orgánica de las Municipalidades. Al intendente lo sucede el primer concejal y así sucesivamente.

Juan Carlos Rousselot

¿Cúal es el motivo de la destitución? En 1989, el único motivo fue que el Convenio para la Construcción de la Red Cloacal Morón y la Planta de Tratamiento de Residuos Cloacales no había pasado por el Concejo Deliberante. El único motivo fue que los concejales no lo habían aprobado, no lo habían debatido, no lo habían tratado, no lo conocían, no sabían de qué se trataba.

Más allá la débil relación entre la falta y el escarnio, entre el error y el castigo, lo cierto es que Morón iba a ser el laboratorio experimental de lo que después sería el país de Carlos Menem. La introducción del capital privado nacional y extranjero en la esfera pública, hecho que jamás se estudió en Morón.

Sin embargo, pese al desprestigió que persiguió a Rousselot, ganó siempre que volvió a presentarse en elecciones porque nadie podía cumplir su consigna: «Agua + Cloacas = Salud». 

Las cloacas, vedadas al capital privado, jamás las hizo el Estado hasta el inicio de obras recién en 2006 con Néstor Kirchner Presidente de la Nación. Y aún no lograron superar el 50 % del Gran Morón.

En 1991 Rousselot gana las internas partidarias y luego es reelecto intendente de Morón sin que la clase política lograra explicárselo.

Resignados, para 1995, el cafierismo que se había transformado en duhaldismo, acuerda y arma la «Unidad Peronista» con Rousselot. Por primera vez en ocho años, Román y Rousselot están juntos.

Finalmente, en 1995, Rousselot es reelecto por tercera vez intendente de Morón.

Pero la relación política entre Rousselot y la gente vuelve a deteriorarse más. Sobre todo porque Morón, ya no es el Gran Morón. La Legislatura Bonaerense aprueba el 28 de diciembre de 1994 la división del distrito en tres y crea los municipios de Hurlingham e Ituzaingó.

Ante la división, un Plan Cloacal II para todo Morón era imposible. Sin embargo, Rousselot insiste y sigue presentándolo en entidades de bien público. El 4 de septiembre de 1995, a semanas de la asunción de Alberto Descalzo como intendente de Ituzaingó y Juanjo Alvarez de Hurlingham, Rousselot se presenta en la Sociedad de Fomento Belgrano y lo repudian. Acá podés escuchar el adio a partir de este video:

En 1997, la Unidad Peronista que era la suma del duhaldismo representado por Román y del menemismo, liderado por Rousselot, pierde las elecciones frente a la Alianza.

Juan Carlos Rousselot

Al perder las elecciones en 1997 por un porcentaje altísimo, vuelve a derrumbarse todo para Rousselot. Así que el duhaldismo es claro: Rousselot no debía presentarse a su cuarta reelección en 1999 porque perdía. Para colmo, un hombre de extrema confianza del Gobernador Duhalde había sido electo concejal y viceintendente: Guillermo Crespo.

Para 1997, con el municipio ya dividido, Rousselot, que había ganado la tercera reelección comienza demostrar signos de que no cambiará el rumbo de la gestión.

Comienza un bombardeo insólito pero cierto. Uno de los golpes más fuerrtes fue la filtración del resumen de la tarjeta de crédito Visa del Banco Provincia de Rousselot. En total, gastaba 25 mil pesos mensuales con tarjeta en el 1 a 1. O sea, 25 mil dólares por mes. Saquen la cuenta. Da una conferencia de prensa en el Concejo Deliberante pero no convence a nadie. Destino final, la destitución. De nuevo, no por realizar gastos sin poder justificar, sino por el desvío de fondos públicos.

Juan Carlos Rousselot

Así que en 1998 se arma un segunda Comisión Investigadora por el desvío público de fondos. Ni por el nuevo Plan Cloacal ni por los gastos desmesurados del jefe comunal.

De esa Comisión Investigadora el Presidente fue Martín Sabbatella, hombre del Fre.Pa.So., que ganaría la intendencia en 1999 con 29 años bajo el lema de la Alianza. Y como vicepresidente a Juan Zabaleta (hoy intendente de Hurlingham).

Se lo vuelve a suspender y destituir aunque para entonces, Rousselot presenta antes la renuncia. Y asume Guillermo Crespo que automáticamente se convierte en el candidato a intendente del PJ mayoritario.

Intendente de Morón Guillermo Crespo

Pese a su capacidad electoral, Rousselot acumuló 28 denuncias de corrupción hasta finalizar su último año de gobierno, en 1998, enfrentado esta vez con el Gobernador Eduardo Duhalde que tenía aspiraciones presidenciales.

Acá hay que dismitificar dos cosas.

1) A Rousselot no lo destituyen la primera vez, en 1989, por firmar un Plan Cloacal trucho. Lo destituyen porque el Conveno no pasó por el Concejo Deliberante antes de que lo firmara el intendente. Para que quede claro: los concejales sabían que Rousselot ese día se reunía con Mauricio Macri en el Salón Mariano Moreno del Palacio Municipal para a firmar el convenio. Fue un acto público. Dejaron que lo hagan. Le cuestionaron que no llamó a licitación, que no pasó por el Concejo Deliberante, y después lo destituyeron.

2) En 1998 no lo destituyen por el Plan Cloacal II, sino por el desvío de fondos municipales para el traslado del Hospital Morón a la ex VII Brigada.

Es más fácil sintetizar todo en que Rousselot era un corrupto y punto. Pero la pus saltó en las dos ocasiones cuando la trama política estaba fisurada. Por supuesto que Rousselot hacía esfuerzos mayúsculos por confirmar fallas éticas en todos los aspectos de la gestión. Lo que se recorra es controversial y cuestionable.

En septiembre de 2000, fue condenado a un año de prisión en suspenso e inhabilitado por 36 meses para ocupar cargos públicos por el desvío de fondos.

Lo declararon culpable de manejar las partidas de dinero sin autorización del Concejo Deliberante.

Y en mayo de 2001, fue detenido por no haber cumplido las condiciones de su libertad condicional. Lo apresaron en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza cuando regresaba de un viaje a los Estados Unidos.

Juan Carlos Rousselot, falleció un jueves 8 de julio de 2010 a los 75 años. Sus restos fueron velados en la Cochería Reviello frente al Cementerio de Morón. Y ese mismo día la familia sepultó sus restos en el cementerio privado Parque Colonial, en Ituzaingó, a las a las 14.30.

Juan Carlos Rousselot

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