Alta incidencia del cáncer de mama y cuello de útero en Argentina preocupa a especialistas
El cáncer de mama y el cáncer de cuello de útero en Argentina se encuentran entre los más frecuentes que afectan a las mujeres. Ambos presentan tasas de prevalencia superiores al promedio regional, posicionando al país en el tercer lugar en cáncer de mama y el quinto en cáncer de cuello de útero dentro de América Latina.
Según el informe “Reducir la brecha de equidad”, elaborado por The Economist Impact la tasa de prevalencia del cáncer de mama en Argentina fue de 675,9 por cada 100.000 mujeres, frente a 463,5 en América Latina. En el caso del cáncer de cuello uterino, la tasa local alcanzó 463,5, más del triple del promedio regional (148 por cada 100.000 mujeres).
Si bien en los últimos años se registraron avances médicos, de diagnóstico y tratamiento, el impacto de estos tipos de cáncer sigue siendo significativo. Además, el acceso a la detección y al tratamiento del cáncer de mama y cuello de útero en Argentina varía según el nivel socioeconómico, la cobertura médica y la zona geográfica. Las mujeres con menores ingresos suelen acceder con menor frecuencia a controles de rutina, lo que lleva a diagnósticos en etapas más avanzadas.
“Para 2050 se espera que los casos de cáncer de mama aumenten más de un 40% y los de cáncer de cuello de útero, cerca de un 30%. Por eso es fundamental garantizar el acceso equitativo a controles, diagnósticos y tratamientos”, señaló Gabriela Bugarín, directora médica de Oncología de MSD Argentina.
Factores que incrementan el riesgo
Entre los principales factores de riesgo del cáncer de mama se incluyen los antecedentes familiares, la obesidad, el consumo de alcohol, la menopausia tardía, la falta de maternidad antes de los 30 años y la terapia hormonal prolongada. La edad también es determinante: la mayoría de los diagnósticos ocurren en mujeres mayores de 40 años.
En el caso del cáncer de cuello de útero, la causa más frecuente es la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH). También influyen el tabaquismo, el inicio temprano de la actividad sexual, múltiples parejas sexuales y un sistema inmunológico debilitado.
Diagnóstico temprano y prevención
El diagnóstico precoz es clave para aumentar las probabilidades de éxito en el tratamiento. Para detectar el cáncer de mama, se utilizan mamografías, ecografías y resonancias magnéticas, mientras que el Papanicolaou y el test de ADN del VPH son fundamentales en la prevención del cáncer de cuello uterino.
Además, mantener un estilo de vida saludable ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama. En cuanto al cáncer de cuello uterino, la herramienta más eficaz es la vacunación contra el VPH, recomendada entre los 9 y los 45 años.
A pesar de contar con un programa universal de vacunación en escuelas primarias, la cobertura de la vacuna contra el VPH en Argentina descendió del 54% al 36% entre 2022 y 2023, dejando a muchas niñas sin protección.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, especialistas remarcan la importancia de acceder a información confiable, realizar controles médicos periódicos y promover la vacunación.