Motosierra, veto para los jubilado y asado para diputados

Veto para los jubilados y asado para los diputados de motosierra. ¿Cómo pasarán a la historia lo desconocidos de siempre? ¿Los 87 diputados que aprobaron el veto a los jubilados? ¿La gente que no marchó junto a los abuelos vaya uno a saber por qué? ¿Qué queremos de nuestros ancianos? ¿Cómo pensamos que deben vivir?

Veto para los jubilados y asado para diputados a los que el Presidente Javier Milei calificó de héroes. Fue en el quincho de la Residencia de Olivos y cada diputado debió pagar 20 mil pesos por la comida. El problema no quién lo paga, sino el veto efectivo al aumento jubilatorio.

La agenda del Presidente Javier Milei es clara: ajuste, represión y veto a las leyes del Congreso que el Gobierno Nacional considere inexplicablemente inaceptables. En este caso no le tocó a los ricos de argentina que tendrán su baja del Impuesto país sino a los jubilados ahora cuestionados por, parte de ellos, jamás hacer aportes aunque fuera por la evasión de algún empresario inescrupuloso o se la reduzca a mujer-ama de casa y punto. Un deber por género que no merece una contraprestación.

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Estuvieron en el festejo del veto contra los jubilados obviamente el Presidente Javier Milei, los diputados del bloque de la Libertad Avanza, los del PRO y el radical Mariano Campero que no fue el único miembro del partido que cambió su voto. Hubo otros tres. Pero ninguno sufrió consecuencias. Comieron su asado entre risas y complicidades y escucharon con atención al Presidente Javier Milei mientras en la calle había unos cientos de jubilados que esa noche se irían a dormir con té encima y sin tomar los remedios necesarios.

En la cabecera se sentó Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Guillermo Francos, Javier Milei, Karina Milei y Martín Menem. Frente a ellos los diputados. Con dos combis oficiales del Congreso los diputados viajaron a la Residencia de Olivos. Algunos incluso festejaron como si fueran a un picnic del Día de la Primavera con sus compañeros de secundaria como el diputado Damián Arabia que dejó a los jubilados sin una parte de sus haberes pero le llevó al Presidente Javier Milei una ensalada de papa y huevo como si a alguién le causara gracia.

María Celeste Ponce, pensó que se trataba de una cena de gala. Posó en la puerta de uno de los anexos del Congreso con una remera dorada, pollera larga negra, botas altas y una sonrisa. Luego escribió: «En el Congreso por partir a la cena en Olivos. Viva la Libertad Carajo». Ponce se define bajo el lema del Siglo XIX: Dios, Patria y Familia y se considera antifeminista según describió en su portada de la red social X.

La ley aseguraba un aumento de unos quince mil a 60 mil pesos para cada jubilado, según que categoría tuviera y por el asado pagaron 20 mil pesos, pero eso no les llamó la atención.

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