La temprana muerte de Gilda

La temprana muerte de Gilda: Miriam Alejandra Bianchi nació el 11 de octubre de 1961 en Villa Devoto, Ciudad de Buenos Aires. Comenzó la carrera de Maestra Jardinera y el profesorado de Educación Física, pero abandonó ambos al poco tiempo de empezar luego de fallecer su padre.

Casi al mismo tiempo, y con sólo 18 años, se casó con un empresario con el cual tuvo dos hijos: Mariel y Fabricio, pero a los pocos años el matrimonio se separó. Aunque le gustaba cantar para ganarse la vida trabajaba en un jardín de infantes, pero el sueño seguía latente y a los 29 años vio un aviso clasificado en el que convocaban vocalistas para un grupo musical.

Gilda e hijos
Gilda y sus hijos

Intrigada se presentó y ahí conoció a Toti Giménez, un compositor y tecladista que se enamoró de ella a primera vista. Miriam fue elegida en la audición y así comenzó tanto su carrera como cantante como la relación sentimental con Giménez, que la acompañaría por el resto de su vida.

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Tomó el nombre artístico de Gilda en honor al personaje de Rita Hayworth en la película del mismo nombre.

Toti Gimenez había abandonado la banda de Ricky Maravilla para dedicarse al nuevo grupo «La Barra» en el que tenía como uno de las cuatro cantantes a Gilda.

Gilda y toti
Gilda y Toti

Su familia y su exmarido tardaron en enterarse de la nueva carrera de Miriam y la noticia no les cayó demasiado bien. Todos le dijeron que el mundo de la música tropical y las bailantas podía ser peligroso. Pese a la resistencia de su entorno, consiguió firmar contrato con el sello discográfico Magenta.

En 1992 se lanzó ya como Gilda, el disco de Corazón a corazón. Este disco tuvo en principio una recepción discreta y no contenía ninguno de los éxitos que luego la harían recordada. Su segundo disco llamado «La única» fue lanzado en 1993 por el sello Clan Music. Este disco contenía su primer Hit, «Corazón herido».

En 1994 se lanzó su tercer disco, «Pasito a pasito con Gilda» también a través de Clan Music. Aquí aparecía el hit «No me arrepiento de este amor». Estos discos sufrirían problemas de difusión al quedar envueltos en problemas donde se mezcló lo profesional con lo personal.

Gilda llegó a recibir amenazas para ella y para su familia. A partir de estos problemas su madre Tita comenzó a acompañarla en las giras, aunque no estuviese de acuerdo con su carrera.

Gilda cantante

Pese a los problemas, su popularidad iba creciendo de a poco y sin perder tiempo firmaron con otra compañía y en 1995 editaron su cuarto disco, «Corazón valiente». Esta placa sería la más vendida de su carrera recibiendo dos discos de platino en Argentina.

La temprana muerte de Gilda

En 1996 estaban empezando a verse los frutos del trabajo y gracias a los Hits llegaron las giras y los conciertos en varias partes del país. En una de esas giras, el 7 de septiembre de 1996, Gilda y su banda se dirigían a dar un concierto en Chajarí, Provincia de Entre Ríos.

Cuando caía la tarde en el kilómetro 129 de la Ruta 12 un camión embistió de frente al ómnibus de Gilda. En el accidente murieron el conductor del ómnibus, tres músicos de la banda, Gilda, su hija y madre. Afortunadamente su hijo y su pareja sobrevivieron al choque.

La noticia fue un gran golpe para todos sus seguidores. Al funeral en el cementerio de la Chacarita asistieron cientos de personas. Su tumba se convirtió en una meca de peregrinación para los fans.

Gilda cantante
El lugar del accidente

En el lugar del accidente, donde quedó para siempre la carcasa del autobús que la transportaba, se fue montando un santuario popular que se convirtió también en destino obligado para miles de fanáticos.

Gilda se fue transformando en una figura cuasi religiosa. Imaginariamente beatificada y objeto de devoción popular. Sus imágenes se llegaron a vender en la puerta de algunas iglesias y la gente le rezaba y le pedía bendiciones.

A partir de estos fenómenos, la figura de Gilda se fue agigantando en el imaginario popular y surgió el primer mito, el de su enorme popularidad. En lo que se suele contar Gilda alcanzó su fama después de muerta, no antes. Al momento del accidente el gran público todavía no la conocía.

La temprana muerte de Gilda

Santa Gilda
Santa Gilda

Un ejemplo es el espacio que el diario Clarín le dedicó a publicar su fallecimiento, apenas un pequeño recuadro perdido en una página cuyo título era «Otra vez en la ruta de la muerte» y ni siquiera se mencionaba a Gilda, recién se hacía alusión a su nombre en el tercer párrafo diciendo: «los ocupantes de la casa rodante pertenecían al grupo bailantero Gilda».

De hecho Toti Gimenez contaría años después que Gilda sentía que su carrera no tenía la repercusión que ella esperaba ni en cuanto a público ni en cuanto al dinero que ganaba y estaba pensando en dejar de cantar. Se había puesto como plazo diciembre de ese año pero la muerte la sorprendió tres meses antes.

El segundo mito es el de su gran hit póstumo llamado «Ésta no es mi despedida». Por casualidad, o por premonición, Gilda había grabado por primera vez y de manera casera esa canción apenas unos días antes de su muerte. Los versos de la canción dicen «Quisiera no decir adiós pero debo marcharme. No llores por favor no llores porque vas a matarme. No pienses que voy a dejarte, no es mi despedida. Una pausa en nuestra vida, un silencio entre tú y yo. Recuérdame en cada momento porque estaré contigo, no pienses que voy a dejarte porque estarás conmigo. Me llevo tu sonrisa tibia, tu mirada errante. Desde ahora en adelante vivirás dentro de mí. Yo por tí volveré, tú por mí espérame, no me olvides».

La temprana muerte de Gilda

Ciertamente la letra tiene un contenido que parece anticipar su partida, el mito no es ese. Lo que se contó es que luego del accidente, casi como un hecho sobrenatural, el casete con la canción cantada a capella había sido encontrado tirado a la vera del camino junto al micro siniestrado. Esta historia que parece haber sido una jugada de marketing para crear más mística alrededor de la figura de Gilda, no es cierta.

Toti Giménez contaría que la canción había quedado grabada en un portaestudio de 4 canales que él tenía en su casa. Luego sería editada en el álbum póstumo llamado «Entre el cielo y la tierra», pero esa es historia conocida.

Gilda e hijos
Natalia Oreiro y el hijo de Gilda

La vida de Gilda fue llevada al libro con una biografía escrita por el periodista Alejandro Margulis, al teatro con la obra llamada «Simplemente Gilda» y al cine con la película «Gilda, no me arrepiento de este amor» protagonizada por Natalia Oreiro.

Al momento de su muerte, Gilda tenía solamente 34 años. 

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