
¿Qué vacuna frenó la poliomielitis en Argentina? La enfermedad causó una grave epidemia en la Argentina a mediados del siglo XX. Pero fue erradicada rápidamente gracias a la vacunación.
¿Qué vacuna frenó la poliomielitis en Argentina? La poliomielitis o polio fue y es una enfermedad que se conoció a través de una epidemia en todo el mundo. En Argentina, llegó a su pico en 1956. Y fue hasta ese momento, la mayor epidemia del Siglo XX con 6.496 casos notificados de una enfermedad que podía causar la muerte o una severa discapacidad motriz.
El panorama era desalentador. Pero la investigación científica y la innovación farmacéutica también pudieron torcer el curso de esta enfermedad, que hoy va camino a ser la segunda erradicada en el mundo luego de la viruela.
Muy contagiosa y grave
La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que se transmite de persona a persona, invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas. Afecta sobre todo a menores de cinco años y no tiene cura.
Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas) y un 5% a 10% de estos casos fallece por parálisis de los músculos respiratorios.
Poliomielitis: Desde el antiguo Egipto
Las primeras referencias a la polio aparecen en un grabado de una estela funeraria del antiguo Egipto, donde se ve a un funcionario con signos inequívocos de las marcas de la enfermedad en una de sus piernas.
El médico inglés Michael Underwood describió por primera vez la enfermedad en 1789 y en 1840 el ortopedista alemán Jacob von Heine la individualizó clínicamente.
La última década del Siglo XIX marcó el comienzo de las epidemias, primero en los países escandinavos y EE.UU., situación que fue in crescendo en la primera mitad del Siglo XX.
La vacuna norteamericana de Jonas Salk
A principios de 1953, el investigador de la universidad de Pittsburgh Jonas Salk presentó los primeros resultados de sus investigaciones con un virus muerto al Comité de Inmunización de la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil.
Algunos de los miembros del comité, como el premio Nobel John Enders de la Universidad de Harvard y Albert Sabin de la de Universidad de Cincinnati, dudaban de la seguridad de una vacuna preparada de un virulento polio virus, más allá del método de inactivación utilizado.
Sin embargo, la urgencia de la epidemia demandaba una solución y al año siguiente comenzó el estudio clínico de la vacuna.
Este estudio fue uno de los más grandes que se han realizado en la historia hasta el momento. Con el apoyo de la industria farmacéutica para producir a escala las dosis necesarias, participaron casi dos millones de niños estadounidenses de entre 6 y 9 años. De ellos, 623.972 fueron inoculados con la vacuna o con placebo, y el resto observados como otro grupo de control.
El 12 de abril de 1955, Thomas Francis, director del estudio, anunció sus resultados: la vacuna era segura, potente y efectiva para prevenir la poliomielitis en el 90% de los casos.
¿Qué vacuna frenó la poliomielitis en Argentina?
La vacuna del polaco Albert Sabin
Paralelamente al mismo tiempo que Jonas Salk investigaba su propia vacuna, su colega polaco Albert Sabin estaba desarrollando otra vacuna pero con una gran diferencia, a partir de un virus vivo porque así se garantizaría la inmunidad por un período extendido, concepto vigente en la época.
Albert Sabin hizo las primeras pruebas con él mismo y con sus familiares y los del equipo de investigadores.
Luego, con detenidos de una cárcel cercana a su laboratorio.
Ante la imposibilidad de avanzar con un estudio clínico masivo en Estados Unidos, porque ya se estaba utilizando con éxito la vacuna de Jonas Salk, Albert Sabin logró que su investigación la llevara adelante el Ministerio de Salud de la Unión Soviética en 1957.
Cuatro años después, o sea, en 1961, tras el éxito de las investigaciones, el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos aprobó la vacuna diseñada por Albert Sabin y la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a utilizar la antipoliomielítica oral, que sigue usándose y es una de las vacunas más seguras desarrolladas hasta la fecha.
O sea que a la hora de una pandemia o una epidemia, más allá de quién desarrolle la vacuna, la Organización Mundial de la Salud y los organismos nacionales de control, aprueban la más efectiva y no la vacuna según el origen político que tenga.
La vacunación cambió radicalmente el panorama de la polio y la Organización Mundial de la Salud lanzó en 1988 la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis.
Desde entonces, cuando se calculaba que había 350.000 casos en 125 países endémicos, los casos disminuyeron en más de un 99%, a 33 notificados en 2018.
De las tres cepas de poliovirus salvaje (tipo 1, tipo 2 y tipo 3), el poliovirus tipo 2 se erradicó en 1999 y no se dieron casos del tipo 3 desde el último notificado en Nigeria en noviembre de 2012.
En la actualidad, la transmisión continúa siendo endémica en tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. En Latinoamérica de, la inexistencia de poliomielitis se certificó en 1994; en Pacífico Occidental en 2000, en Europa en junio de 2002 y en 2014 en Asia Sudoriental.
Este último logro supone un gran avance hacia la erradicación global, ya que el 80% de la población mundial vive en regiones libres de polio.
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