
¿Cómo la joven aborigen aprendió ballet a pesar de las barreras? Se trata de Agostina Arreguez de la comunidad Amaicha, en Tucumán. Con solo 15 años se transformó en la primera bailarina originaria y pudo viajar por Catamarca, Tucumán y Salta.
Desde niña sueña con integrar un elenco profesional, finalmente la aborigen aprendió ballet por Zoom y logró ser becada. Agostina protagoniza esta historia de superación y esfuerzo que comenzó con un objetivo claro: cumplir el sueño de bailar de forma profesional.
Con la ayuda de sus padres, viajó kilómetros para dedicarse a la danza hasta llegar a ser embajadora de su comunidad.
Su padre es Luis Arreguez, profesor de danzas folclóricas junto a su esposa, y confesó que desde corta edad, su hija mostró entusiasmo por el ballet.
“Para nosotros es nuevo el tema de los méritos, nos queremos mantener con los pies sobe la tierra porque aun tiene mucho por recorrer”, señaló.
Agostina es oriunda de Amaicha, cuyo pueblo más cercano es Santa María de Catamarca, a 20 kilómetros. «Nos queda todo lejos» explicó Luis.
Sin embargo Paula Violante, del Teatro Colón, cambió el destino de Agostina cuando tuvo la idea de poner un taller en la biblioteca del pueblo.
Allí fue donde Agostina comenzó a dar sus primeros pasos, pero con la pandemia las clases presenciales se mudaron a la virtualidad.
Sin embargo no todo era color de rosas. “Nos habíamos quedado sin posibilidades, tanto económicas como de clases» explicó el padre.
Sin embargo, su esposa encontró un contacto en Tucumán donde está el estudio Centro Cultural Aconquija, de Yanina Llenes, alumna de Julio Bocca y profesora de la fundación.
Entonces partieron hacia allí para realizar una audición y Agostina logró el objetivo: ser becada por el mismísimo bailarín.
Su tatarabuelo, Juan Pablo Pastrano, fue el encargado de reclamar los derechos de la comunidad sobre ese territorio, en 1716. Ahora ella lo honra siendo la primera bailarina originaria.
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