Los trenes argentinos que terminaron en la Unión Soviética. Previo al proceso de nacionalización llevado adelante por Juan Domingo Perón, el Estado manejaba una red de unos 10 mil kilómetros de vías a través de la Administración General de Ferrocarriles del Estado.
Los trenes argentinos que terminaron en la Unión Soviética. Gracias a una serie de decisiones, las autoridades lograron colocar a los ferrocarriles nacionales a competir con los extranjeros.
Entre esas decisiones, figuraron, por ejemplo, la construcción de una sede en Retiro, inaugurada en 1936 (donde hoy se encuentra la Justicia Federal de Capital Federal), la compra del Ferrocarril Central Córdoba y la adquisición de novedosos cochemotores diésel.
Los Ganz: La modernización de los Ferrocarriles del Estado
El diseño de los coches “Rosario” fueron los Ganz, provenientes de la empresa de húngara del mismo nombre.
Se pusieron en servicio en 1936 y al tener tan buenos resultados, al año siguiente se realizó una segunda compra de trenes de trocha métrica y de trocha ancha para los pobladores patagónicos.
En 1939, bajo el mandato de Roberto M. Ortiz, se concretó una tercera compra de siete unidades de tipo “C4” (bicabina) y diez triplas (de tres cabinas) de trocha métrica del tipo “Catamarca”.
Los “Ganz Rosario” y la Segunda Guerra Mundial
Para contextualizar: septiembre de 1939. La Alemania Nazi invadió Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial.
Hungría buscaba mantenerse al margen de la contienda bélica, por lo que la producción de cochemotores para los Ferrocarriles del Estado continuó durante 1940.
Ganz llegó a completar cuatro de los siete cochemotores C4 que fueron enviados a la Argentina y puestos en servicio a partir de 1941.
También produjo diez triplas, una versión mejorada en base a los “Catamarca” (de trocha métrica) y a los “Bariloche” (de trocha ancha), que fueron bautizados como “Rosario”.
¿Los cambios? Contaban con un sistema de aire acondicionado más potente, ventanillas y puertas herméticas para impedir la entrada de polvo y mejoras mecánicas.
En noviembre de 1940, Hungría se unió al Eje e interrumpió el comercio exterior y selló la suerte de los Ganz Rosario.
Próxima estación: Unión Soviética
En febrero de 1945, el Ejército Rojo de la Unión Soviética entra a Budapest, la capital de Hungría. En mayo de 1945 los aliados avanzaron en todos los frentes hasta la liberación de Berlín. Finalmente la guerra había terminado en Europa.
Hungría se vio obligada a pagar reparaciones de guerra a la Unión Soviética por 200 millones de dólares (unos USD 3.000 millones actuales). Los húngaros decidieron entonces entregar los Ganz Rosario a la URSS para saldar parte de la deuda y no enviarlos a la Argentina.
Los técnicos de los Ganz adaptaron las unidades al ancho de vía ruso (1.524 mm) y fueron rebautizados como “DP 1-10”. Se pusieron en funciones a mediados de 1946 recorriendo las regiones del Cáucaso y Asia Central.
En 1949, fueron transferidos a la región del Báltico uniendo las capitales de Letonia, Lituania y Estonia (Riga, Vilna y Tallin), así como servicios entre Riga y Minsk (Bielorrusia).
Para adaptarse, los trenes incorporaron una estrella roja en el frente de las unidades y reemplazaron el sistema de aire acondicionado por uno de calefacción.
Debido al buen rendimiento, las autoridades sovieticas encargaron en 1949 la fabricación de ocho cochemotores de diseño compuestos por seis coches.
Los Ganz Rosario circularon en la URSS hasta fines de los ’50, y los encargados por los soviéticos hasta fines de los ’60.
También podés seguirnos vía twitter haciendo click en: @diarioanticipos