La pandemia de Sarmiento y la Fiebre Amarilla de 1871. El brote llegó en enero y terminó en junio. Nadie conocía el origen. Se produjeron casos fatales con una velocidad alarmante para la población. Sólo en un día murieron 545 personas.
La pandemia de Sarmiento y la Fiebre Amarilla de 1871. La expansión fue tan grande que hubo que crear un nuevo cementerio, el de Chacarita, inaugurado el 14 de abril.
Por iniciativa de Héctor Varela se creó una comisión popular de auxilio en la que muchos de sus voluntarios murieron por la misma causa. Este equipo conformado por vecinos se creó el 13 de marzo en una reunión llevada a cabo en la Plaza de la Victoria. La comisión fue presidida por José Roque Pérez y su vice era Varela, cuyo oficio era el periodismo.
Uno de los afectados fue Bartolomé Mitre. Tanto el como su hijo Bartolo la padecieron. Por su parte, el presidente de la República, en ese momento Domingo Faustino Sarmiento, tomó una decisión drástica para que el colapso no generara un caos institucional.
Se trasladó junto a su gabinete y al Vicepresidente Adolfo Alsina, a Mercedes, en ese entonces parte del interior profundo de la Provincia de Buenos Aires.
Algunos de los nombres que integraron esta comisión fueron: José C. Paz, Manuel Quintana, Alejandro Korn y Pablo Gowland. Las cifras de fallecidos aumentaban a causa de la fiebre amarilla y los médicos seguían desconociendo su origen.
Esta fiebre tenía como síntomas delirios, dolor de cabeza, mareos, dolor de abdomen y músculos. También piel amarilla, pérdida del apetito y sangrado. Los síntomas se detectaban de inmediato. A tal punto que, por caso, José Roque Pérez como titular de la comisión, ya había escrito su testamento sabiendo que iba a ser la próxima víctima dado que padecía afecciones compatibles con la enfermedad.
La pandemia de Sarmiento: La mala fe de un diario
En el afán histórico de La Nación de la familia de Bartolomé Mitre por distorsionar los acontecimientos y enemigo público de Domingo Faustino Sarmiento, el diario que se ufana de ser una «tribuna de doctrina» publicó un editorial titulado: «El presidente huyendo».
Como todo titular, no fue inocente ni objetivo en absoluto dado que la posición del periódico, propiedad de los Mitre, era férreo opositor al gobierno de Sarmiento.
«¿Es posible que haya tanto desprecio por este este pueblo noble e ilustrado. Que lo veamos huir repantigado y lleno de comodidades en un tren oficial, en vez de subir a un carruaje, para recorrer el hogar del dolor, a visitar los hospitales y lazaretos, dando ejemplo de un valor cívico que estimularía y levantaría el espíritu público», destacaría la publicación del 21 de marzo de La Nación.
Uno de los párrafos en los que se criticaba a Sarmiento duramente afirmaba que el y sus ministros eran: «Setenta zánganos que causan gastos enormes a la Nación, echándole en cara, además, que no tome siquiera mil pesos de su sueldo y lo mande a alguna de esas listas de suscripción que en tantas partes levanta el pueblo.»
El poder ejecutivo no fué el único en trasladarse a Mercedes. Similar actitud habían tomado los diputados, senadores y la Corte Superma de Justicia.
Sarmiento, Mitre y el peso de la opinión pública
Luego de las críticas, reproducidas por parte de la población Sarmiento volvió a Buenos Aires pero no participó en las comisiones de combate de la epidemia.
Este dato lo aporta el historiador Miguel Ángel Scenna en el libro «Cuando murió Buenos Aires». Este texto fué editado por La Bastilla en la serie «A sangre y fuego».
El total de muertos ascendió a 14.000 personas.
Finalmente quien descubrió el origen de la fiebre amarilla peste fue un médico cubano diez años después. Se trataba de un malestar generado por el mosquito Anopheles. Las hembras adultas depositan entre 50 y 100 huevos. Y transmite 20 clases de virus diferentes.
Pero en 1871, el hecho se produjo en un contexto de crecimiento poblacional por la inmigración y en verano. Según el censo de 1869, la Ciudad de Buenos Aires contaba con 177.787 habitantes. De ese total 88.126 eran extranjeros. La cifra preocupante era la baja cantidad de médicos, menos de uno por cada 100.000 personas.
Fiebre Amarilla: No fué el único caso
Esta enfermedad, también llamada «vómito negro» apareció en 1850 en la región del Río de la Plata. Sin embargo la primera infección apareció en 1798. Estos brotes se producían por picaduras de mosquitos que eran trasladados en embarcaciones provenientes de Brasil, algo que también había afectado a Uruguay. En 1857 un tercio de la población de Montevideo sufrió esta afección y falleció sin que se supieran los motivos.
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