
Sorpresivo giro en el caso por el asesinato de Candela. Se fue el abogado del acusado de matarla y se postergaron las audiencias. Son tres hombres los que se tienen que sentar en el banquillo de los acusados por el crimen de la niña que fue encontrada asfixiada dentro de una bolsa en Villa Tesei.
El Juicio Oral por el Caso Candela lleva dos semanas y ya renunció el abogado de Hugo Bermúdez, señalado como el autor material del crimen.
El abogado se llama Juan Carlos Rey y el miércoles no se presentó en Tribunales.
Bermúdez, indefenso, le revocó la designación y pidió ser asistido por un Defensor Oficial frente al Tribunal que llevan adelante Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo Rivera.
La defensa oficial se hizo cargo de Bermúdez y del otro imputado, Fabián Gómez, otro de los acusados.
Los tres hombres juzgados son Hugo Bermúdez (56), Leonardo Jara (37) y Fabián Gómez (45).
Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en Villa Tesei, donde vivía, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts que integraba.
El fiscal quieren probar que Candela estuvo secuestrada en dos lugares distintos y que nueve días fue asfixiada por Bermúdez y arrojada dentro de una bolsa a 30 cuadras de su casa, a metros de la colectora del Acceso Oeste.
Como móvil del homicidio y cuando elevó la causa a juicio, el fiscal Mario Ferrario señaló una venganza para el padre de Candela, Alfredo Rodríguez, parte de una banda de piratas del asfalto.
El fiscal le atribuyó a Jara haber realizado una llamada intimidatoria que la tía de la niña recibió el 28 de agosto, tres días antes del hallazgo del cadáver de Candela.
«Ahora sí que no la vas a encontrar nunca a tu hija. ¡Jamás la van a encontrar! Te lo aseguro yo, hasta que esa conchuda no devuelva la guita, no la va a ver nunca más… Que le pregunten al marido dónde dejó la guita», decía el mensaje.
Los tres hombres son procesados por el delito de «privación ilegal de la libertad seguida de muerte» y mientras Bermúdez y Jara llegaron al debate en prisión, el restante lo hizo en libertad.
De Bermúdez se considera que hay elementos para probar que facilitó el ingreso de Candela a la segunda casa donde estuvo cautiva antes de ser asesinada, ubicada en Cellini 4085, Villa Tesei.
Durante la instrucción, se estableció que la niña había estado previamente en otro domicilio, situado en la calle Kiernan 992 de la misma localidad, pero quienes estaban a cargo de esa casa (Gladys Cabrera y Néstor Altamirano) si bien estuvieron imputados en un principio, no fueron enviados a juicio.
A Gómez, se lo acusa de realizar tareas de «inteligencia» en la puerta de la casa de la calle Kiernan cuando Candela estuvo retenida allí contra su voluntad y alternar distintos roles con Jara y Bermúdez.
