
El Ministro de Economía Luis Caputo recordó la campaña lanzada por el menemismo en 1992 para atraer dólares que estaban fuera del sistema financiero legal.
«Sáquela del Colchón» y «Duerma Tranquilo» fue toda una frase publicitada que definió una época. 33 años atrás durante la gestión de Carlos Menem se utilizó para promover un blanqueo de capitales en pleno auge de la convertibilidad. El país necesitaba dólares, y a la venta de las empresas del Estado, le siguió la toma de deuda externa y los dólares de los ahorristas.
“Ahora hay una excelente oportunidad para que usted invierta legalmente esos ahorros, regularizando al mismo tiempo su situación tributaria”, decía un aviso a toda página publicado por el gobierno de Carlos Menem en abril de 1992.

Se trataba de respaldar el blanqueo que permitía «exteriorizar moneda extranjera, divisas y bienes sin castigos impositivos», a cambio de un pago del 1%. Así, el gobierno se haría de dólares, con el ahorro informal de los argentinos basado en la evasión.
En ese entonces el Ministro de Economía era Domingo Cavallo, ahora crítico del Presidente Javier Milei, y quería engrosar la banca pública y privada para otorgar créditos supuestamente a la producción.
Como fue dicho fue en 1992 y en 2001, el mismo Ministro de Economía, Domingo Cavallo, que aprobaba la frase «Sáquela del Colchón» y «Duerma Tranquilo», imponía el corralito absorbiendo los ahorros blanqueados en los bancos públicos y privadas.
Y ahora, en 2025, bajo otro gobierno de corte liberal el nuevo blanqueo anunciado por el ministro Luis Caputo apela al ahorrista que desconfía de los bancos y del Gobierno y guarda sus dólares en el exterior o cajas de seguridad, o sea por fuera del sistema, la eximición de cualquier castigo por evadir y ahorrar porque, dijo Caputo “nadie lo va a perseguir”.

En 1992 se pedía el 1% de lo blanqueado. Pero hoy el gobierno, que está complicado y todos los días quema dólares para que no suba, no exige nada a cambio. Incluso permite gastar hasta 50 millones de pesos por mes sin trabas fiscales.
El objetivo es el mismo: sumar dólares, fortalecer las cuentas públicas y el sistema financiero a tan solo 18 meses de gobierno.
«Médítelo, decídase y quede en paz con su conciencia, por su bien y por el del país», decía aquel aviso poniendo en la posición de culposo al ciudadano con dólares que nos blanqueaba. Nueve años después el mismo Ministro se los «confiscó» con el corralito. Memoria corta es la que tenemos si no aprendimos nada de la crisis de 2001.

