Prohíben en todo Brasil la red X . La Policía Federal de Brasil fue autorizada a investigar a los usuarios que desafiaron la prohibición nacional de la red social X de Elon Musk en Brasil, entre ellos el argentino Fernando Cerimedo, jefe de las llamadas «milicias digitales» de La Libertad Avanza y que trabajó para el ex presidente Jair Bolsonaro.
Prohíben en todo Brasil la red X. Finalmente, Elon Musk, que pagó 50 mil millones de dólares por la red social, se sometió al juez Alexandre de Moraes que lo multó con 3 millones de dólares diarios sino se sometía a los requerimientos del máximo tribunal de Brasil.
Actulmente en Brasil, nadie puede utilizar la red X excepto que se exponga a una investigación de la Policía Federal (una suerte de FBI brasileño) y termine pagando una multa equivalente a 36 salarios mínimos.
«Ordeno a la Policía Federal monitorear casos extremos del uso de X», dijo una orden presentada la semana pasada el Juez brasileño Alexandre de Moraes y ordenó a la Policía Federal identificar a cualquier persona que publique tweets después de la prohibición y, «si el comportamiento se mantiene o se repite aplicar multas cuantiosas».
Australia y Europa siguen de cerca el juicio y es probable que ahora avancen en regulaciones similares sobre la red de Elion Musk. Para el billonario, se trata de alterar la libertad de expresión, sin embargo, como es el caso de Fernando Cerimedo, bajo una entidad falsa, se ponen en circulación noticias falsas o promueven hechos de violencia.
En concreto es que en una presentación judicial el viernes por la noche, los abogados de la empresa dijeron que X cumplió las órdenes del Supremo Tribunal Federal de Brasil con la esperanza de que levanten la suspensión, pero eso no pasó porque la justicia debe corroborarlo.
El viernes, tomó al mundo informativo de sorpresa, pero el Presidente Lula y su gobierno demostraron que una corporación no tiene más derechos que un estado soberano y Elion Musk acató luego de haberse negado a obedecer lo que calificó de órdenes ilegales para censurar voces en su red social.
Cabe señalar que hay dos antecedentes donde Elion Musk tiene negocios y buenas relaciones: India y Turquía (ninguno de los dos países son democracias liberales) en los que tuvo que aceptar órdenes de ambos estados de censurar determinadas publicaciones. Pero en Brasil y Australia venía resistiendo las órdenes del Estado y acusaba a los funcionarios locales de censura.
Hasta el momento, la Corte Suprema de Brasil le impuso un plazo de cinco días a Elion Musk para cumplir con todas las exigencias pendientes, antes de habilitar un regreso de la red X y esta en carrera amenazado por la migración de usuarios hacia redes como Blue Sky (del ex CEO de Twitter, Jack Dorsey) o Threads, en medio de un desprestigio creciente de X porque ha sido tomada por trolls y haters.
Personas de alto perfil político, como Eduardo Bolsonaro -hijo del ex presidente Jair Bolsonaro– y el Senador Marcos do Val, están bajo investigación por usar redes privadas para acceder a X. Los investigadores se centran en las huellas digitales dejadas por estas personas, y las sanciones que enfrentan podrían ser severas si eluden repetidamente las restricciones.
A su vez, la exposición del rol de Cerimedo es parte de la publicación del documento de la Corte Suprema de Brasil que autorizó medidas contra Bolsonaro y altos mandos de su gobierno por intento de golpe de Estado. Esa investigación de la Policía Federal brasileña se basa en la confesión del secretario privado de Bolsonaro, el teniente Mauro Cid.
La decisión Elion Musk significa que deberá brindar información de las 100 cuentas que detecto la Corte Suprema de Brasil y que formaron parte de la campaña de desprestigio contra el sistema electoral brasileño y el intento de golpe de Estado, que incluyó el asalto al Palacio del Planalto y el Congreso brasileño como ocurrió durante la insurrección que agitó Donald Trump en Estados Unidos cuando perdió las elecciones ante el demócrata Joe Biden.
Queda en claro que la red social X es tóxica, al menos en Brasil y Australia. Aunque bien se sabe que perdió su origen fundante. Ya no trata de comunicar sino de alterar el orden de las cosas e incluso falsearlas y las restricciones por parte del Estado son bienvenidas por los usuarios que sienten que se altero el mundo de X desfavorablemente.