Gabriel Eduardo Oliveto, en la foto de portada, fue detenido y liberado el 14 de mayo de 2024. Hoy está suelto, libre, atiende su bar, Whiskey, tiene un arma que nadie sabe dónde está y se mueve sin restricciones. La fiscal Marina Rueda de la Unidad Funcional de Investigación N° 11 Especializada en Violencia Familiar y de Género del Departamento Judicial de Morón lleva el caso adelante.
Esta libre, armado, es golpeador y vive en Castelar. La Fiscal Rueda lo acusa de «lesiones graves agravadas por resultar la víctima una persona con la que mantenía una relación de pareja mediando violencia de género, amenazas agravadas por el uso de arma de fuego -3 hechos- y amenazas coactivas con arma proferidos en un contexto de violencia de género, todo ello en concurso real entre sí conforme lo normado (…) por el Código Penal.»
Sin embargo, la Justicia no lo mando a detener. Sólo estuvo cuatro días preso. En tanto, pudo ordenar sus cosas y volver a su actividad normal. El caso es llamativo porque la golpiza se la dio a una mujer, luego le fractura una muñeca, después le puso un arma en la cabeza y por último, cuando le ordenó que salga del local, disparó al techo.
El hecho es llamativo ya que con esos antecedentes, al borde del femicidio, el hombre Gabriel Eduardo Oliveto quedó libre y sin restricciones.
Gabriel Eduardo Oliveto abrió Whiskey antes de la pandemia con poca suerte. Pero cuando comenzó a incluir shows todos los jueves, viernes, sábados y domingos logró remontar la utilidad de su local comercial.
La mujer golpeada y amenazada de muerte era camarera del lugar y mantenía una relación de pareja con Gabriel Eduardo Oliveto que nació el 28 de marzo de 1979. Con 38 años, sostuvo una relación con la mujer, joven, de 20 años, hasta que a mitad de mayo se desencadenó el infierno dentro de Whiskey, lugar que vende todo tipo de bebidas alcohólica y sólo tiene prohibido el ingreso a menores de 12 años.
La mujer fue atentida en el Centro Médico Comunitario, ubicado calle Ratti N° 1.064 de Ituzaingó mientras que la fiscal del caso pidió el allanamiento del local y del domicilio de Gabriel Eduardo Olivetto pero no hay información ni del resultado de ambos procedimientos ni del arma que utilizó el agresor para amenazar a la mujer. Por lo cual el hombre sigue libre y armado.
Gabriel Eduardo Olivetto vive tranquilamente en la calle Revoredo N° 1119 de la localidad de Castelar, Partido de Morón, y aún no lo llamaron a declaración testimonial aunque los peritajes en el local demuestran que disparó hacia el cielo razo y los peritajes en la mujer demuestran que la fractura fue producto del forcejeo con otra persona.