Ya se acabó el público visitante en el fútbol, ¿sabés por qué?

Ya se acabó el público visitante en el fútbol, ¿sabés por qué? Por los incidentes que hubo esta semana entre las barras de Banfield y Sportivo Dock Sud que se jugó en cancha de Quilmes. A causa de eso, la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide), confirmó que no habrá público visitante en los partidos de la Copa Argentina en la provincia de Buenos Aires.

Ya se acabó el público visitante en el fútbol, ¿sabés por qué? La pregunta es si antes de la Aprevide había choques entre barras, y ahora siguen existiendo, para qué existe el organismo. Por otro lado, cómo es posible que a 20 años de comenzar a tratarse este problema, ya se haya convertido en algo endémico. O sea, no se puede erradicar la violencia en el fútbol, como muchas otras cosas: el acohol, las drogas y el dominio de los barras bravas sobre los directivos de cada club.

Si hay un lugar inseguro, hoy también es ir a ver un partido de fútbol. Esto es insólito porque después lo tildan de espectáculo cuando está lleno de violencia.

- SUSCRIBITE GRATIS -

El partido entre Banfield y Sportivo Dock Sud se disputó en el estadio Centenario de Quilmes. Y ganó Banfield por dos tantos contra 1.

Y como si todo fuera poco, se metieron los barras bravas de Quilmes en la pelea. Parte de la barra de Quilmes tiene su asiento en el barrio La Terraza en la zona oeste de ese Municipio. Y emboscó y le tiró piedrazos a la caravana de micros del Banfield en dos oportunidades. La primera fue sobre la calle General Acha y la segunda pasaba por la calle Laprida y O’higgins.

En Laprida y O’higgins, el segundo ataque, se armó una batalla terrible porque la barra de Banfield bajó a responder la agresión de Quilmes lo que no hizo con anterioridad sobre la calle General Acha.

Un micro con simpatizantes del Banfield se dirigía a la cancha del Quilmes para alentar a su equipo en un partido de la Copa Argentina con Sportivo Dock Sud. Y a pocos metros del estadio se topó con un núcleo de barras de Quilmes que los esperaban, lo que desató la violencia.

Las peores consecuencias, las sufrieron los vecinos que no participaron de ningún hecho violento. Lo que sucedió que los barras de Quilmes escaparon ya que eran un número mucho menor y se refugiaron en unos monoblocks cercanos. Mientras recibían agresiones y una lluvia de cascotes, tres móviles policiales llegaron y los de Banfield subieron a sus micros y siguieron adelante.

Acá lo importante: ni un sólo detenido.

Incluso la caravana de Banfield avanzaba custodiada tanto por efectivos de la Seccional de Banfield como de la Comisaría Segunda de Quilmes, lo que distrae y denigra el trabajo policial.

Pese a la custodia, a unas 30 cuadras del primer episodio, sobre la calle General Acha, otra vez la barra del Taladro tuvo unos cruces con gente de Quilmes y hubo nuevos piedrazos, con una situación afortunadamente de menor duración.

Por lo tanto, ¿para qué se custodia una caravana si finalmente los incidentes suceden igual? La Policía dice que en contrario los enfrentamientos tendrían mayor gravedad. Pero lo cierto es que la Policía Bonaerense ya no puede o no quiere hacer algo con los barras bravas.

Si querés recibir las noticias de Anticipos Diario GRATIS a tu celular, envíanos un mensaje al WhatsApp de la redacción haciendo clic en el ícono que te aparece abajo a la derecha de tu pantalla.

También podés seguirnos vía Twitter haciendo clic en: @diarioanticipos

Anticipos Diario

 

- Publicidad -