La verdad detrás del fin de la carrera de María Amuchástegui. Silvina María Amuchástegui nació en Córdoba el 14 de marzo de 1953. Desde chica comenzó a interesarse por la danza, comenzó formándose como bailarina clásica a partir de los 4 años a la vez que estudiaba tap.
La verdad detrás del fin de la carrera de María Amuchástegui. A partir de su adolescencia comenzó a viajar todos los años a Estados Unidos y se especializó en aerobics, disciplina que se consiste en realizar gimnasia aeróbica combinada con música.
En los años 70 abrió una academia de tap que llegó a contar con 600 alumnos. Allí empezó a relacionarse con el mundillo artístico, dándole clases de baile a varias figuras como Susana Giménez, Antonio Gasalla, Soledad Silveira y Carlos Perciavalle.
A partir de 1983 llegó a la televisión conduciendo el programa llamado «Buen día salud» que duraría 3 años.
En 1985 se casó con un polista de nombre Juan José Alberdi, con quien en 1988 tendría su único hijo. También con su grupo de danza aparecía en la apertura del programa Mesa de noticias.
Luego condujo un ciclo llamado «Buen día María» que, igual que el anterior, fue uno de los primeros programas de gimnasia en la televisión argentina. Estaba acompañada de un grupo de mujeres que hacían aerobics con ella a las que llamaba «Las Marías».
También participaba como invitado el doctor Eduardo Lorenzo Borocotó, redondeando la temática del ciclo que giraba en torno a la vida saludable.
La verdad detrás del fin de la carrera de María Amuchástegui
Se llegó a hablar de ella como la Jane Fonda argentina por ser la gran promotora de la gimnasia por los medios. Era tanta su popularidad que distintas marcas de alimentos, desde quesos untables hasta jugos, la contrataban para sus publicidades. Incluso llegó a editar su propia colección de fascículos, «El método de María Amuchástegui».
Durante aquel ciclo, sin embargo, sucedería algo que marcó un antes y un después en la carrera de María y que, en realidad, se trata de uno de los mayores mitos en la historia de la televisión argentina.
Se empezó a correr el rumor de que, durante uno de sus programas, María habría soltado accidentalmente una sonora ventosidad mientras hacía gimnasia. Esto se transformó en un tema ineludible cuando se hablaba de ella.
Empezó a ser objeto de burlas y de repetitivas preguntas al respecto. Podría tratarse de un mito porque no existe video alguno que muestre el episodio, además el programa no era en vivo sino grabado, con lo cual un incidente así hubiera sido cortado o editado, nunca hubiese salido al aire.
Sin embargo un bailarín de nombre Aníbal Silveira, que participaba del programa, dijo que en realidad el hecho sí había sucedido durante una grabación y que María había salido corriendo avergonzada.
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El programa «La noticia rebelde» también se encargó de agigantar el rumor y así quedó instalado en el imaginario popular. De hecho Jorge Guinzburg, uno de los integrantes de ese ciclo, insistentemente le preguntó a María sobre el tema cuando tuvo oportunidad de entrevistarla.
Ella con estoica paciencia siempre lo negó, pero la leyenda perduró y, aunque de ser cierto el episodio tampoco hubiese sido de gravedad, ese estigma absurdo fue el principio del fin de su carrera en los medios.
Su productor Adrián Amenabar dijo que presentó propuestas para hacer el programa de María en distintos canales y en todos le cerraron las puertas con distintas excusas.
Así pasó de ser furor en la televisión, a desaparecer por muchos años de las pantallas argentinas.
Su ausencia sería casi total durante la década de los 90 y, aunque luego volvería a aparecer, ya no volvería a cosechar el éxito de antaño. Durante esos años de ostracismo, se dedicó a preparar personal trainers.
En el año 2000 fue invitada al programa Sábado Bus y luego produjo un ciclo televisivo pero de muy corta duración.
En 2005 se dio el gusto de editar un disco como cantante titulado «Camino de espejos» que no tuvo repercusión.
En el 2008 apareció en el programa CQC y en el 2010 fue invitada a «Cuestión de peso«, pero recién en el 2012, ya bordeando los 60 años, logró continuidad en la pantalla personificando a una profesora de baile en la telenovela Graduados.
Luego de esta participación ya no se la vería en los medios.
La verdad detrás del fin de la carrera de María Amuchástegui
En 2016 se la vio en público y luciendo buena forma durante el casamiento de su hijo. Sin embargo apenas unos meses después su salud se deterioraría rápido y catastróficamente. Se le detectó cáncer que le afectó tanto los pulmones como uno de sus brazos al punto que tuvieron que amputárselo.
Como si esto no fuera suficiente, otro golpe fatal terminaría de minar la salud de quién fuera la salud de quien fuera la abanderada de la vida sana: Mientras el cáncer se extendía sufrió un accidente cardiovascular.
Fue internada en el Sanatorio de la Trinidad en San Isidro, provincia de Buenos Aires, donde permaneció dos meses y lamentablemente falleció el 19 de julio de 2017.
María Amuchástegui tenía solamente 64 años.
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