Trabajo y Planes Sociales. Empezó la puja por el manejo de los fondos pero también el debate sobre el trabajo, la matriz discursiva del peronismo.

Trabajo y Planes Sociales. Juan Zabaleta, flamante Ministro de Desarrollo Social, tendrá que apagar el conflicto callejero que generan cotidianamente los Movimientos Sociales. No depende sólo de él, sino de que el Frente de Todos entienda la necesidad de generar trabajo.

(por el Lic. Andrés Llinares).- Está claro que la pandemia metió el país en un crisis económica que ya arrastraba desde la corrida cambiaria de 2018. En pandemia, los recursos se agotan y la crisis golpea con toda su agresividad de abajo hacia arriba.

- SUSCRIBITE GRATIS -

Nadie va a salir bien parado de semejante crisis excepto los sectores concretados y aquellos que tiene mes a mes fuerte capacidad de ahorro. El resto, vivirá la post pandemia más empobrecido. Hay una inflación creciente en los alimentos, el endeudamiento particular ya empieza a limitar el consumo, el trabajo es una ilusión y ni que hablar de crecer.

Ahora bien, mientras esto ocurre, los principales actores discuten quién administra los fondos para la ayuda social. Bastante flojo el debate que debería ser cómo generar trabajo. Y en ese debate sobre el manejo de los fondos para la ayuda social, se involucran los intendentes del conurbano, los movimientos sociales y las principales agrupaciones cristinistas como La Cámpora.

Planes como la Asignación Universal por Hijo son un acto de justicia social, es correcto, porque la cadena de vínculos laborales que hasta los años ’90 soportaban las empresas deficitarias del Estado, ya no existen. Pasaron a manos privadas y las manos privadas las hicieron superavitarias. Bien por la iniciativa privada. Pero, no lo ocultemos, para lograr hacerlas superavitarias, entre varias cosas, despidieron gente.

Que quede claro que no fue el Grupo Clarín el que inventó Canal 13, que quede claro que fue sino el Estado Nacional el que fundó Aerolíneas Argentinas y que fue el Primer Gobierno de Juan Domingo Perón el que nacionalizó los teléfonos y los ferrocarriles, sólo por dar algunos ejemplos.

Las empresas del Estado dejaron de existir en los años ’90, tiempos en que pensamos que por viajar al exterior y tener acceso a bienes efímeros formábamos parte del Primer Mundo.

La lenta pero cada vez más acelerada concentración económica sumada a la tecnología como sustitución de mano de obra, hicieron de Argentina y los países del denominados Tercer Mundo, territorios para unos pocos.

¿Es posible que un país crezca al ritmo de la pobreza? Por supuesto. Se trata del capital concentrado. Europa consume seis veces más que de lo que necesita y Estados Unidos doce, al punto que el Norte se da el lujo de televisar torneos de robots caseros mientras la mitad del planeta se muere de hambre.

Estamos insertos en un relato político internacional devastador que tiene un correlato local que se traduce en malestar, bronca y en el peor de los casos furia.

El nuevo Ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta juró en el cargo atravesado por todos estos puntos de debate con dos ejes principales: 1) quién y cómo maneja los fondos de la ayuda social y 2) el peronismo empezó a debatir cómo generar trabajo genuino.

Producir puestos reales de trabajo vinculados a los servicios, la producción o el agro, es caro y exige el esfuerzo de todas las partes: El Estado Nacional, el capital privado y los trabajadores, todos actores que participan de una Argentina distorsionada.

El Estado Nacional es cada días más grande por lo cual es superávit mellizo se presenta prácticamente imposible. Esto se traslada al actor privado, que prefiere especular o fugar capitales antes de invertir y producir ante la carga impositiva o la conflictividad laboral, y el trabajador que está representado por un sindicalismo obsoleto y agobiado.

Pero no deja de encenderse una pequeña luz. Por primera vez desde el 2002, cuando para salir rápidamente de la crisis en que nos introdujo el Gobierno de la Alianza encabezado por Fernando de La Rúa y Carlos Cacho Álvarez, se profundiza la «ayuda del Estado», se inicia el debate sobre la creación de trabajo que es más complejo de lo que uno piensa en un mundo en el que capitalismo logró globalizarse.

El Presidente Alberto Fernández tomó la iniciativa y obtuvo una ventaja. Zabaleta lee los movimientos de los actores políticos territoriales en el aire justamente porque él mismo proviene del subsuelo terrenal del conurbano bonaerense. Sabe que existe la puja, sabe que los planes no puede reemplazar el trabajo para siempre, sabe qué tampoco se puede eliminar de un día para el otro.

El jueves 6 de agosto, Juan Grabois del Movimiento de Trabajadores Excluidos, lanzó una advertencia: «Está en Peligro la Paz Social», dijo en lo que se interpretó un desafío a La Cámpora. La frase tuvo que ver más con la falta de participación de los Movimientos Sociales en las listas del Frente de Todos, que con las necesidades de la gente.

Mal Grabois. Le da letra a sus rivales si es que lo son y vendrían a estar representados por Juntos por el Cambio. Confirma que él usa a la gente con fines políticos y no está abocado a entrar en el debate por la generación de trabajo.

Y es que la frase surgió dos semanas después del cierre de listas de candidatos.

El sábado 7, Día de San Cayetano, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), realizó una marcha importantísima. Pidieron créditos no bancarios para pequeños emprendimientos productivos y en especial, la creación de un «salario básico».

El lunes 9, el Secretario General de La Cámpora y Ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, le salió al cruce durante una entrevista con Radio 10 en la que dijo que no estaba a favor de la «la idea de un sindicato de pobres» sino que tenía una mirada «más tradicional» donde «una única economía contenga a la población».

Ese mismo día, Juan Grabois insistió «Hay que tener cuidado con las palabras, como cuando decís que la UTEP es un ‘sindicato de pobres’, reproduciendo el estereotipo denigrante que promueven los gorilas contra los trabajadores de la economía popular. Es muy ofensivo«, le dijo a través de su cuenta de Twitter.

Dos días después, Juan Zabaleta juraba como Ministro de Desarrollo Social de la Nación a partir de una decisión del Presidente Alberto Fernández de meter conurbano en el Gabinete Nacional pero también de incorporar hombres que crean en la necesidad de cambiar planes sociales por trabajo.

Zabaleta, hijo de un obrero, egresado de un colegio industrial, cree que la matriz del peronismo es justamente esa, la generación de trabajo y no la «distribución de impuestos».

«No está en peligro la paz social mientras exista un Estado Nacional que haga lo que tiene que hacer», dijo Zabaleta ayer, jueves 12 de agosto de 2021. Y aunque pasó inadvertida para todas las tapas de los diarios de hoy, agregó: «Lo que me pidió el Presidente de la Nación es reconvertir los planes sociales en trabajo».

Dicho esto, las bases de su trabajo están planteadas. Hoy hay 22 millones de cheques que emite la Seguridad Social contra 8 millones de aportantes al Sistema Fiscal.

Si hay irse Zabaleta del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, hay menos cheques de Seguridad Social, más trabajo y menos pobreza, logró un objetivo que exige el resto de la gente, incluso los mismos desocupados.

Está línea discursiva se pone por encima de la disputa interna sobre el manejo de fondos, otro debate extemporáneo.

En un principio, manejaban los planes sociales para conformar cooperativas de trabajo, los propios intendentes, luego se extendió a los movimientos sociales y, por último, los gobernadores, de ahí la actuación y el debate con Andrés Cuervo Larroque.

Los intendentes tienen hoy el manejo del 20% de esa caja lo que ya no les asegura poder contener su distrito. Y eso les quita el sueño, obviamente.

Pero si uno bien contra frente la jura de Zabaleta en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, estaba el Presidente Alberto Fernández, y sentados el secretario de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, el titular del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, y el secretario general de Movimiento Evita, Emilio Pérsico. Un gesto de conciliación.

Trabajo y Planes Sociales

En el primer piso, miraban desde el balcón unos diez intendentes justicialistas y camporistas, principalmente del conurbano.

Esa conciliación tiene que ver con la distribución de los montos e incluso la reestructuración de los planes sociales, proyecto que se viene con fuerza a semanas de las PASO. La idea es mejorar la situación económica de los sectores más bajos de la población a través de la inyección de fondos en programas sociales preexistentes y si hiciera falta nuevos. Y modificaciones tributarias para un «alivio fiscal» a los sectores medios.

Que dice Juntos para el Cambio frente a los planes sociales, que «el peronismo alimenta vagos» y esta línea discursiva recluta y acumula votos, cuidado.

Zabaleta a esta frase le respondió ayer «nos hicimos cargo de un desorden social enorme que produjeron entre el 2015 y 2019. Arrancaron con ‘pobreza cero’ y dejaron la Argentina patas para arriba. Querían transformar las PyMES en maxikioscos. Querían quebrarlas para que ingresen productos importados mientras fugaban capitales. Nosotros estamos poniendo en valor el mercado interno. Venimos a hacer todo lo contrario. Ahora mismo tenemos números que han sido mucho mejor en pandemia que los que exhibieron ellos con un país normal. Y los pobres no eligieron ser probres. Y esos pobres, que son mamás y papás, tampoco eligieron que sus hijos vayan a comer a un comedor. Y nosotros nos vamos a encargar a volver a reunir a la familia y generar el trabajo necesario para reducir la pobreza.»

Faltan tiempo para evaluar una gestión de gobierno. Aún no es posible y menos en las actuales circunstancias. Pero al menos comenzó el debate. Es cierto, hay que cambiar de una vez por todas los planes por trabajo.

Si querés recibir las noticias de Anticipos Diario GRATIS a tu celular, envíanos un mensaje al WhatsApp de la redacción haciendo clic en el ícono que te aparece abajo a la derecha de tu pantalla.

También podés seguirnos vía Twitter haciendo clic en: @diarioanticipos

Anticipos Diario
- Publicidad -