
Italar: La textil de Tesei demolida para construir Carrefour. Fundada en 1935, la empresa dedicada a la hilandería y tejeduría que llegó a tener 2.000 empleados, fue parte de los cimientos para el desarrollo de la localidad. En 1993 fue tirada abajo para levantar el Carrefour de Av. Vergara.
Italar: La textil de Tesei demolida para construir Carrefour. “Industria Textil Algodonera Argentina”, así era su nombre completo. Fundada en 1934 con capitales italianos, su popularidad se debía a la producción de sábanas y mantelería. Estaba ubicada en Trinidad 79.
Contaba con ocho unidades de producción: Batán, Cardas, Hilandería, Tejeduría, Tintorería, Blanqueo, Terminación y Confección.

Italar (1974) – Zona de mecheras con maquinas Marzoli de 1935
Crucial para el crecimiento de la localidad, Italar había promovido el asentamiento de centenares de familias de empleados en los barrios obreros y contaba con una escuela, la 41, la cual empezó siendo privada y luego pasó a ser del Estado.

Incluso, a unos metros de la fábrica se encontraba el Club social de deportivo de la fábrica y luego el cine ISA, donde hoy se encuentra el Centro Cultural “Leopoldo Marechal”.

Empleados reunidos en el Cine ISA
Supo tener sus momento de gloria, en 1976 comenzó la crisis que concluyó en 1993 con su demolición y posterior construcción del Carrefour de Villa Tesei.
«Alguna vez fuimos grandes productores, con fabricas enormes que albergaban a mas de 2 mil operarios, dando trabajo a todo el mundo, donde no importaba si tuviste oportunidad de terminar la secundaria o si eras blanco o negro, no existían tantos filtros ni trabas para trabajar, porque había trabajo» recuerdan los ex empleadas en la página de Facebook dedicada a la histórica planta.
Al cerrar la fábrica, los accionistas de la empresa habían prometido a los empleados cubrir las indemnizaciones correspondientes, sin embargo, es al día de hoy que los cobros siguen pendientes.

Vista aérea de la fábrica. Cortesía de Héctor Orellano para «Italar fábrica textil de Villa Tesei». Hijo de Alejandro Orellano y Irma corzo lino, ex trabajadores.
Los reclamos y las movilizaciones eran moneda corrientes de los trabajadores que reclamaban por el dinero que la empresa había prometido.
Luego de una asamblea general se había decidido atenerse al artículo 147 de la Ley de Contrato de Trabajo que obligaba, para casos de fuerza mayor, a que las empresas paguen la mitad de las indemnizaciones en efectivo.
Fue entonces que comenzaron las tratativas en la delegación Morón del ministerio de Trabajo con la denuncia que fue derivada más tarde al Juzgado 2 de San Martín a cargo, por ese entonces, del juez Luis Perez Ravellino.
Los periódicos de aquel momento, reflejaban los testimonios de los trabajadores que afirmaban: «Se ha vuelto inaguantable, puesto que desde el mes de abril no hemos cobrado lo que nos corresponde, y la empresa parece no comprender que debemos seguir alimentando a nuestro hijos «.
Y entonces apuntaban contra Hugo Cuenca, principal accionista, y a todos los directivos que prometían soluciones, pero los meses transcurrían y la situación no mejoraba.
Es al día de hoy que los vecinos de Villa Tesei recuerdan una lamentable situación en la que la Policía Federal detuvo a 70 personas que gestionaban el pago de sus haberes salarias en la puerta de la sede central de la empresa ubicada en Av. Quintana 585.
Los voceros del gremio textil habían relatado en su momento que obreros dirigentes de la filial de la Asociación Obrera Textil (AOT) e integrantes del cuerpo de delegados gremiales de Italar habían mantenido una reunión con Guido Cuenca, hijo del principal accionista.
El objetivo era, nuevamente, reclamar por el pago de los haberes. «Al salir el personal policial que bajo de varios patrulleros nos condujo a la comisaria 17 donde estuvimos privados de nuestra libertad hasta las 17.30, momento en que fuimos liberados» detallaban los protagonistas.

Dichos trabajadores integraban una delegación que en nombre de los 540 operarios despedidos realizaban las exigencias correspondientes, en un contexto de crisis para las fabricas textiles.
Sudamtex había comenzado a despachar telegramas de despidos que habrían llegado a 200 de los 1200 empleados. El resto de los de esa planta y los mil que ocupaban en otro establecimiento ubicado en Azul eran notificados de una ampliación de esa medida hasta el 15 de julio.
Grafa anunciaba que durante cuatro meses suspendería una semana por mes a los 2500 trabajadores que empleaba en su s plantas de CABA, Santiago del Estero y Famailla, Tucumán.
Textil Flandria de jauregui se sumaba a la lista suspendiendo a sus 2000 empleados y anunciando 50 despidos.

Hoy en día los vecinos de Villa Tesei aun recuerdan con nostalgia a la emblemática fábrica cuando ven el terreno en el que hoy se levanta el supermercado Carrefour.
Miles de familias que se asentaron en torno a la fabrica, comercios que abrieron sus puertas en las proximidades del predio, barrios enteros que levantaron sus cimientos alrededor de Italar y empleados que recuerdan a una fabrica que les dio la espalda, pero que no pudo destruir la unión de años compartiendo la misma pasión por el trabajo.

Foto tomada en el mes de noviembre del año 1966, en la parte trasera de Italar

Tablero de la vieja usina electrica de Italar

Usina Italar

Sector de hilandería

Etiqueta de productos Italar

Sábanas conservadas sin abrir de Italar
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