Castelar: ¿Qué pasó con el Castillo Ayerza?

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Castelar: ¿Qué pasó con el Castillo Ayerza?

Castelar: ¿Qué pasó con el Castillo Ayerza? Ubicado en Pedro Goyena 1990, Castelar Norte, fue declarado Patrimonio de Interés Municipal en 2009.

Castelar: ¿Qué pasó con el Castillo Ayerza? Rómulo Ayerza compró el casco de una quinta de 15 hectáreas de zona oeste en 1895, la que fue remodelando y agrandando.

Iba del Arroyo Morón, en aquel entonces a cielo abierto, hasta la calle Zapiola y desde la vías del Ferrocarril del Oeste hasta la Avenida Sarmiento. Tenía en sus fondos una parada ferroviaria que utilizaba el personal de la familia para llegar a la quinta.

En las 15 hectáreas había frutales, un rosedal con flores de Luxemburgo y animales de granja.

La zona en ese entonces era de veraneo con un excelente clima. En el siglo XIX, el médico Nicolás Casullo presentaba a Castelar como la «Córdoba Chica». Y como tanta gente, los Ayerza se radicaban en el lugar para pasar sus vacaciones durante todo el verano y mejorar su vías respiratorias.

La familia Ayerza pasó el primer verano en la «Quinta San José» el 11 de diciembre de 1896.

Y para no ir hasta el Arroyo Morón, se construyó una pileta, que se rellenó a la hora de rematar el predio.

Rómulo Ayerza, amigo del Obispo de La Plata, logró que se diera misa en el lugar en la pequeña parroquia que construyó el en quinta.

Y a través de su hija Carmen, le cedió terrenos a las Hermanas de Las Esclavas, que luego se trasladaron a Moreno.

En 1933, otra parte de la «Quinta San José» pasó a manos de las religiosas del Sagrado Corazón, donde abrieron un noviciado. Y en 1945, Luis Ayerza se quedó solo con la casa, la pileta y la manzana del frente.

El casco principal de la «Quinta San José» se vendió en 1958 a la congregación de los Oblatos de la Virgen María quienes instalaron las primeras aulas del Instituto Inmaculada.

Las dos instituciones, el Sagrado Corazón y el Instituto Inmaculada, fueron parte de la «Quinta San José». ¿La diferencia? Hoy funciona el Instituto Inmaculada en lo que fue el casco de la quinta, uno de los pocos edificios que se conservan en el distrito del siglo XIX.

Así se veía el establecimiento para 1980:

1981 - Instituto Inmaculada de Castelar
1981 – Instituto Inmaculada de Castelar, en ese entonces sin perímetro de seguridad alrededor

Nunca más se supo de la capillita y el portón con la reja con el nombre «Quinta San José».

En total,  la congregación de los Oblatos de la Virgen María adquieren 7700 metros cuadrados que incluían la fuente y la pileta.

Y finalmente la capilla se verá así para los años ’80:

1981 - Instituto Inmaculada de Castelar
1981 – Parroquia del Instituto Inmaculada de Castelar

El resto fue loteado y le dio el nombre de Barrio Parque Ayerza al sector de Castelar Norte que va del Puente Lebensohn (en aquel tiempo el Arroyo Morón a cielo abierto) hasta la calle Zapiola y desde la Avenida Sarmiento hasta la Línea del Ferrocarril.

Lamentablemente, durante la última dictadura militar, el establecimiento tuvo siete egresados desaparecidos: Gustavo Cortiñas (hijo de Nora Cortiñas), Claudio Giombini, Ricardo Ghigliazza, Rómulo Giuffra, José Luis Isla, Gabriel Rodríguez y Carlos Turica.

La construcción de la Capilla Dulce Nombre de María

En 1959 los Padres Oblatos, que habían fundado una escuela en Villa Udaondo, mudaron sus instalaciones a la antigua mansión de la familia Ayerza conocida como el “castillo de los Ayerza”. Así nacía el Instituto Inmaculada. En 1961 comienza la construcción de la capilla, dedicada al «Dulce Nombre de María», que fue inaugurada el 12 de septiembre de 1963.

Capilla Castillo Ayerza