La dura vida de Pablo Turrión. Nació alrededor de 1980, aunque como gran parte de su vida, los detalles son escasos e imprecisos. Con un poco más de 20 años estudiaba canto lírico en el conservatorio y sobrevivía con los empleos que podía conseguir.
La dura vida de Pablo Turrión. Tenía un amigo que frecuentaba a Guido Suller que por aquel entonces era un comisario de abordo de Aerolíneas Argentinas, vagamente conocido como hermano de Silvia Suller, pero entre 2001 y 2002 Guido Suller vio peligrar su trabajo principal como consecuencia de la crisis económica y comenzó a incursionar en la televisión, así fue que en 2002, fue invitado a un programa con muy bajo rating que estaba a punto de ser cancelado, el programa se llama “ZAP TV”.
ZAP TV se especializaba en informes de la televisión con material de archivos, pero no pasaba los 3 puntos de rating. La presencia de Guido elevó el rating a 6 puntos y así comenzaron a invitarlo regularmente.
Para mantener la tensión del público y el rating que seguía creciendo el programa cambió su foco, y comenzó a crear un reparto de personajes estrafalarios conocidos como “Los mediáticos”; personas sin currículum ni talento, cuya virtud era generar audiencia con sus personalidades excéntricas y sus polémicas. Los mismos que más adelante serían denominados como «Los bizarros» y en países como España “Los frikis”.
Guido Suller se transformó en la estrella del programa y cada día debían inventar nuevos dramas y peleas para alimentar el rating que no paraba de crecer.
Argentina estaba en la peor crisis económica de su historia y la gente necesitaba una distracción y fue así que Pablo Turrión saltó a la fama de la noche a la mañana.
El amigo en común que tenían con Suller había empezado a trabajar como asistente de este y había sido rebautizado en pantalla como “El laucha» quien le presentó a Turrión a Suller y cuando Suller le preguntó qué quería ser, Turrion le contestó vedette. A Suller le pareció muy graciosa la respuesta, sobre todo viniendo de un muchacho de 1.60 de estatura y con apenas 20 años ya se estaba quedando calvo.
Así fue que lo presentó al otro día en cámara como su nuevo asistente y Turrión se despachó con un desopilante carrito de porrista que lo transformó en un favorito instantáneo para el público.
En ese momento, otro de los invitados regulares del programa Jacobo Winograd dijo que Turrión era una larva, y “El larva”, o “Señor larva” sería su nombre artístico de ahí en adelante.
ZAP se había transformado en un éxito, pero los mediáticos resultaron ser ingobernables en pantalla, las multas del comité de radiodifusión por insultos y violencia se acumulaban y los auspiciantes se iban.
Fue así que en menos de un año, el nuevo dueño de Azul Televisión, Daniel Hadad, decidió levantar el ciclo pese al éxito de audiencia.
Por mas de 5 años se le perdió el rastro a «El larva». En 2008 de la mano de Guido Suller apareció en el programa «Los profesionales de siempre», como «Mora la fruta que enamora», una travesti que ejercía el trabajo sexual en los parques de la ciudad.
Se decía que “El larva” ahora “Mora”, había sido echado de su casa por travesti. Sin embargo, nadie compró este personaje y todo se diluyó en poco tiempo.
De “El larva” o de “Mora” no se supo más nada por otros ocho años. Trascendió que trabajó en dos call centers y que tuvo una vida con muchos excesos, no tenía muchos amigos y le costaba conservar los trabajos.
En 2015 su adicción a la cocaína haría que perdiese su último trabajo fijo en el área de sistemas de una gran empresa. Él mismo reconocería que lo había aguantado demasiado tiempo, pero que la situación no daba para más. Al mismo tiempo, y por las mismas razones, su familia lo echó de su casa.
En mayo de 2016 se publicaron fotos y videos donde se lo veía con aspecto desmejorado vendiendo golosinas para poder sobrevivir en un tren suburbano de la línea Mitre de Buenos Aires. Estaba en la miseria, no tenía domicilio fijo y vivía por temporadas en distintas pensiones cuando el dinero se lo permitía. La televisión le sacó el jugo a la historia, pero él no se benefició.
En 2017 murió su madre que fue su principal apoyo, en 2019 también murió su padre y él se quedó a cargo de una hermana adolescente.
Sin trabajo ni oportunidades, en su desesperación, se fue a probar suerte a Chile, luego trascendería que en Santiago se presentaba bajo una identidad falsa, sin que nadie supiera su pasado televisivo.
Se hacia llamar Profesor Paul y decía que era estadounidense. Intentó sobrevivir dando clases de ingles y cuando alguien identificaba su acento argentino decía que era porque había pasado algunos años en argentina y tenia familia en Buenos Aires. Sus alumnos chilenos lo recordaban como buena persona y buen profesor pero muy triste y melancólico.
La dura vida de Pablo Turrión
En Chile su salud empezó a mermar rápidamente y, además, sufrió múltiples discriminaciones por ser extranjero, pobre y homosexual.
Llamó a un tío que le quedaba en Argentina para que le compre un pasaje de regreso, porque no tenia como volver. Cuando su tío lo recibió al llegar estaba tan deteriorado que lo internó inmediatamente en el Hospital Fernández. Como casi toda su vida, los detalles de su enfermedad son nebulosos, pero en algún medio se deslizo que era portador de HIV.
Pablo no pudo escapar a una vida muy sufrida. Según palabras de Guido Suller era un chico al que le mirabas los ojos y tenia una mirada muerta como la de alguien que nunca tuvo amor.
Luego de pasar varios días en el hospital, luchando entre la vida y la muerte, finalmente la muerte le ganó el miércoles 6 de noviembre de 2019.
A su velatorio concurrieron solamente dos personas: el tío que le había pagado el regreso y su hermana de 16 años.
Pablo Turrión tenía apenas, 39 años.
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