¿Quién es el inventor de Hurlingham? Se trata de Ariel Alejo, un vecino siempre soñó con inventar y desarrollar. Los caminos lo llevaron al mundo de la bicicleta y hoy en día diseña piezas únicas a pedido para dar solución a muchas personas que de otra forma no podrían subirse a este vehículo.
(por Aldana Farinelli).- El inventor de Hurlingham habló con Anticipos sobre su comienzo en este mundo de desafíos, investigación y, sobre todo, mucha creatividad. «Yo quería dedicarme a los inventos y lo que realmente podía hacer en cuanto a las herramientas y materiales que puedo usar, es hacer un trabajo de una herrería muy fina con mucha carga de diseño y mucha ergonomía entonces agarré por este lado las bicicletas».
Su invento pionero fue la bicicleta canguro la cual fue presentada en Tecnópolis y se convirtió en el producto estrella de su emprendimiento. «Tiene doble tracción y es como la unión de un monociclo con una bicicleta atrás, tiene un asiento adelante sobre el manubrio que es envolvente y una caja pedalera adelante y otra caja pedalera normal atrás».
«Las dos personas pueden pedalear de forma independiente o coordinada, según como quieran» detalló sobre el modelo que dio inicio a «Biko».
«A veces experimento para mi, hacer algún modelo raro, pero la bicicleta canguro la pensé para los adolescentes para que pudieran volver de estudiar a la noche cuando está más dilatado el servicio de colectivos. Como yo veía que los chicos llevaban a otros en el manubrio de la playera se me ocurrió hacer una bicicleta que sirviera para que fueran dos personas», señaló.
A pesar de su idea inicial, la bicicleta canguro fue utilizada con otro fin por sus compradores: ser bicicletas para chicos ciegos o autistas, con chicos con problemas de coordinación y diferentes discapacidades.
Además le han pedido diversos modelos, como triciclos para gente más grande y ahora se encuentra trabajando en un tráiler que es una especie de carrito silla de ruedas con una caja pedalera, que en estos días se va para Mendoza.
En el caso de las bicicletas canguro hay en distintos puntos del país, del sur hasta el norte. «48 bicicletas se fueron yendo para diferentes partes del país, Trelew, Misiones, hay en muchos lugares, hay una en Santiago de Chile de un muchacho mendocino que se casó con una chica chilena y fue la primera bicicleta en salir del país», celebró Ariel.
Con el correr del tiempo el inventor comenzó a crear otras bicicletas que «directamente me vienen con la idea o con la necesidad concreta, en base a eso paso un boceto, lo voy modificando en función de lo que me van pidiendo las personas en función de la persona que lo va a usar y en base a eso armó un proyecto, lo dimensiono, es muy importante la parte ergonómica, que la persona vaya cómoda».
También están las bicicletas reclinadas, donde la espalda va apoyada sobre una butaca, para personas con problemas en las cervicales. De hecho Ariel recuerda una visita muy especial: «Una vez vino una persona que le faltaba una pierna y fabriqué una bicicleta que tiene una manija para que baje una tercera rueda que baja del lado que no tiene pierna para que en los semáforos pueda, de un lado apoyar la pierna y del otro con la manija baja la rueda».
Cabe destacar que Ariel reconoce que «la respuesta con la bicicleta canguro al principio fue lenta. Yo la presente en Tecnópolis en el 2015 y después fue tomando mayor auge y durante la pandemia bajó un poco la demanda. Yo también hago reparaciones de bicicletas normales o armado de bicicletas normales, más que nada reparación. Ahora me piden cosas muy específicas».
«La gente viendo mi Instagram, mi Facebook sabe que me puede pedir cualquier cosa y que yo voy interactuar el tiempo que sea necesario para buscar una solución a una cuestión específica y eso es lo que yo estoy ofreciendo, un trabajo personalizado, desde el conocimiento de las diferentes discapacidades y las diferentes puestas en funcionamiento de una ergonomía en función de las diferentes necesidades», detalló el inventor de Hurlingham.
Las bicicletas están hechas en tubos de acero, generalmente son con partes que Ariel compra a una fábrica de cuadros y ya cuenta con varias para horquillas y tubos de largueros. «Están hechas a medida, según el caso pueden variar, a veces algo tiene que ser sí o sí con cambios o con un piñón fijo para poder estimular a una persona que tiene movimiento, pero no la coordinación», aclaró.
Por ejemplo este verano hizo una bicicleta con el asiento de adelante, parecida a una bicicleta canguro, pero tiene la dirección desfasada y tiene doble eje de dirección una para horquilla y otra para manubrio y una con dos brazos para unir el movimiento.
Alejo, el inventor de Hurlingham, crece a diario con su emprendimiento «Biko» y, a pesar de que cuenta con otros inventos fuera del mundo de la bicicleta, eligió poner a disposición sus conocimientos y su imaginación para que todos cumplan con el sueño de andar en bicicleta.
Para acceder al contacto de Alejo, hacé clic ACA.
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