Elecciones

Elecciones 2019 y el escenario que se viene. Las fuerzas políticas se reorganizan frente a la crisis y la recesión.

(por Andrés Llinares).- Para arrancar cualquier hipótesis, lo general ordena lo particular. Puede que el candidato a intendente sea bueno, puede. Pero con una mala fórmula a la Gobernación o a la Presidencia del Nación, no llegue a ganar. Puede ocurrir lo contrario. Pueden ocurrir tantas cosas que acá configuramos el escenario 2019.

Empezar por lo local es fallar. Pero para crear interés, pongamos los actores que confirmaron su candidatura. Desde Unidad Ciudadana, Lucas Ghi, y desde el Frente Renovador, Martín Marinucci. Se descuenta que el intendente Ramiro Tagliaferro se presentará a la reelección aunque no lo dijo públicamente. Y quedan no dos, sino tres espacios aún sin resolver candidaturas o adhesiones. Progresistas (que es la suma del Partido Socialista y el GEN), el Partido Justicialista Bonaerense (que lideran Gustavo Menéndez y Fernando Grey) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores.

Pero para entender cuál será la suerte de cada fuerza política y su candidato, debemos entender tres escenarios: Nacional, Provincial y Local.

El escenario nacional y provincial es determinante en esta ocasión. Se reeligen Presidente de la Nación y Gobernador. Veámos como se comporta cada tríada.

Cambiemos

Aunque con serios problemas para gobernar ante la extensión del segundo semestre al mes treinta y uno, tiene una ventaja que es la de manejar el aparato del estado. Puede recuperarse. Mauricio Macri se presentará a la reelección, no por que lo diga Macri, sino porque lo salió a bancar la Gobernadora María Eugenia Vidal el 30 de mayo de este año cuando dijo: «No voy a ser candidata presidencial 2019». Si Vidal no es, tiene que ser Macri. ¿Y sino quién?

Cambiemos tiene cuatro Gobernadores más un Jefe de Gobierno: Ricardo Colombi (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy), Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), María Eugenia Vidal (Buenos Aires). Digamos que maneja cinco circuitos electorales.

Cinco sobre 23 provincias más CABA, es poco. Pero en términos electorales suficiente para pelear una Presidencial. Representan el 53,32 % del padrón electoral del país. Así la cuenta cambia y mucho.

Cuánto peso electoral tiene cada jurisdicción:

Buenos Aires (María Eugenia Vidal): 37,01%

Capital Federal – (Horacio Rodríguez Larreta): 7,95%

Corrientes (Ricardo Colombi): 2,53%

Mendoza (Alfredo Cornejo): 4,25%

Jujuy – (Gerardo Zamora) :1,59%

Total: 53,33%

Esto es Cambiemos Nación. Bajo la administración de cuatro gobernaciones y el Gobierno de CABA, vive el 53,32 % del electorado.

Más aliados:

Río Negro – (Alberto Weretilneck): 1,59%

Santiago del Estero – (Gerardo Zamora): 2,17%

Total: 3,76%

El caso Vidal es más complejo porque hay 134 distritos en la Provincia de Buenos Aires. Pero logró en las elecciones 2015 y 2017 repetir resultados sorpresivos poniéndose la campaña al hombro: ganar en la Octava y Primera Sección Electoral.

Ganar en la Octava resulta fácil porque la sección esta compuesta por un sólo municipio: La Plata (Julio Garro). Ganar la Primera, fue un logro más allá de que hay municipios con tradición no peronista como San Isidro (Gustavo Posse) y Vicente López (Jorge Macri), porque también los hay peronistas desde siempre como Moreno (Walter Festa) y Merlo (Gustavo Menéndez). El triunfo de Cambiemos en la Primera Sección fue escaso pero le sirvió para llevarse de los ocho senadores provinciales en juego, cinco. Tres fueron para el peronismo.

La batalla por la Tercera Sección, de indiscutible corte peronistas, era solamente para equilibrar la brecha con la Primera. O sea, Cambiemos pensó que los votos que sacarían a favor en la Primera equilibrarían los que perderían en la Tercera. Pero no fue así. El triunfo de Unidad Ciudadana en la Tercera fue de un diferencial del 12% con respecto a la Primera. En la Tercera hay poderosos como La Matanza (Verónica Magario) y Lomas de Zamora (Martín Insaurralde)

En el resto de las Secciones del Interior (IV, V, VI y VII) los resultados fueron todos favorables a Vidal. Mientras a Macri no se le ocurra aumentar el Sol o la Lluvia, seguramente volverán a acompañar a la Gobernadora en 2019.

Bajo esta corredor se instala el intendente Ramiro Tagliaferro, uno de los dos jefes de la Primera Sección Electoral junto a Jorge Macri. Digamos que Tagliaferro tiene el 66 % de las acciones y Macri el 33 %.

Es obvio que Tagliaferro va a la reelección. Ahora bien, si sacó un 48 % en la última legislativa, por lo menos aspira a un número similar. ¿Qué tiene en contra? La mochila del Gobierno Nacional. Por eso, clona la menor cantidad de gestos posibles. Y la mitad de las veces que el Presidente Macri vista Morón, o le duelen las rodillas por jugar al fútbol o esta disfónico porque jugaron los ex Forzosos de Almagro, actualmente San Lorenzo, o se le pinchó el termotanque. Cualquier excusa vale. El problema es diferente pero el resultado el mismo: falta al encuentro y no esta en la foto.

El distrito lo tiene políticamente ordenado. Digo, hacia adentro Tagliaferro conduce Cambiemos. No le desborda la CC ARI, ni la UCR, ni los pequeños espacios peronistas que lo integran. No lo corren los concejales oficialistas ni tiene legisladores provinciales en el distrito. El tipo armó y en 2015 y 2017 le dio resultado.

A su vez, se apoderó de todas las decisiones políticas importantes. El Secretario de Gobierno, Matías Palotti, tiene como principal tarea reactivar las UGC. Punto. No más que ese trabajo. Y el Jefe de Gabinete, Hugo Arbel, migró a Obras y Servicios Públicos. Final. Escucha, y bastante, cuidado, no se confundan, pero el on/off lo manejando él.

Con el distrito políticamente ordenado y con obras grandes en marcha, Tagliaferro esta semi tranquilo. Semi porque seguramente lo debe preocupar la economía de Nicolás Dujovne. Y también «la diaria» local: cambio de luminarias, bacheo, recolección de ramas que no supera la media del conurbano.

En 2019, se repetirá la construcción 2015 con el Estado a favor, los aciertos y fallas. Macri Presidente, Vidal Gobernadora, Tagliaferro Intendente. Y acá hay otra ventaja: no tienen Primarias. Los candidatos ya están definidos.

Con más Monzó y menos Marcos Peña, seguramente corren con puntos de ventaja a pesar de Dujovne que hace todo lo posible para que el proyecto atraviesa 24 turbulencias por día.

La principal fuerza opositora a Macri y Vidal es Unidad Ciudadana. Guste o no, Cristina sube, no al mismo ritmo, pero sube como lo hace la luz, el agua, el gas, el aceite, la manteca, la leche y hasta los botones rojos para pantalones verdes. Todo sube. Cristina sube.

¿Cristina candidata a Presidenta? Es una chance aunque hay otros jugadores. Dos duplas pueden contar con la bendición de la dos veces Presidenta de la Nación: Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) y Agustín Rossi y la otra compuesta por Coqui Capitanich (Chaco) y Felipe Solá.

De los cuatro, dos manejan gobernaciones: El Adolfo la de San Luis que esta a cargo de Alberto Rodríguez Saá (su hermano) y Jorge Capitanich la del Chacho que gobiernan la dupla Domingo Peppo y Daniel Capitanich (hermano del Coqui).

Puede haber una Primaria Nacional para definir cuál de las dos duplas termina como fórmula oficial. Lo dudo por el esfuerzo que significa y el desgaste que produce camino a una elección general. Más aún cuando Cambiemos ya tiene las fórmulas plantadas.

Ahora veámos el peso electoral. Dijimos que Cambiemos gobierna territorios en el que vive el 53,32% del padrón nacional.

Veamos el peso electoral sobre el padrón nacional de las gobernaciones de

Unidad Ciudadana.

Catamarca (Lucía Corpacci): 0,92%

Chaco – (Domingo Peppo): 2,7%

Formosa (Gildo Insfrán): 1,31%

Entre Ríos (Gustavo Bordet): 3,21%

La Rioja (Sergio Casas): 0,84%

Santa Cruz (Alicia Kirchner): 0,74%

San Luis (Alberto Rodríguez Saá): 1,12%

Tierra del Fuego – (Rosana Bertone): 0,39% 

Total: 11,23%

Acá el primer gran problema. Mientras Cambiemos gobierna cinco jurisdicciones que reúnen el 53,32% del padrón electoral, Unidad Ciudadana sólo llega al 11,23%.

Problemón para Unidad Ciudadana que no logra integrar al Peronismo Federal. La importancia del Peronismo Federal es Córdoba que le agregaría un 8,68% de electores del Padrón Nacional. Pero tanto Juan Schiaretti (Gobernador) como Juan Manuel De La Sota (principal referente) son adversos a Cristina. Están más cerca de un acuerdo con Sergio Massa que con Cristina. Esto es claro.

Peronismo Federal

Córdoba – (José Schiaretti): 8,68%

Misiones – (Hugo Passalacqua): 2,64%

Neuquén – (Omar Gutiérrez): 1,55%

Salta – (Juan Manuel Urtubey): 2,97%

Tucumán – (Juan Manzur): 3,64%

Total: 19,48%

Pero Cristina tiene ventajas. En 2017 sacó el 37% de los votos y logró ser electa senadora. Con ese 37%, Cristina sumó 3.489.777 sobres en las urnas.

Y ahora viene la cuenta loca a favor de Cristina. Si el total de electores nacionales es de 32 millones pero sólo votan el 80% se reduce a 25 millones. Por lo tanto Cristina tiene el 14% del padrón nacional como intención de voto si se repite el escenario 2017. Atención: como intención de voto, quiero decir, votos propios. Y sólo en Provincia de Buenos Aires. Este es el «peso Cristina».

Con esto quiero decir que si, por ejemplo, Schiaretti y De La Sota se suman al armado nacional de Unidad Ciudadana, manejan una provincia en el que vive el 8,68% del Padrón Nacional. Pero pero de ese total, entre los dos dos manejan un 50% de intención de votos. Ni de cerca llegan a las 3,5 millones de boletas en la urnas como Cristina.

Si Cristina juega o no será de nuevo un Halloween político, un culebrón conurbanero, un folletín político a lo Jorge Asís que tendrá su desenlace semanas antes de la presentación de listas en junio del año que viene.

Un dato objetivo es que Cristina necesita renovar 38 de las 65 bancas que tiene el bloque Frente para la Victoria. Entre ellos Axel Kicillof, Nilda Garré, Mayra Mendoza, Andrés Larroque, Fernanda Raverta, Rodolfo Tailhade, Eduardo De Pedro y Máximo Kirchner. Y sólo arriesga 2 de las 9 bancas en el Senado de la Nación.

¿Puede lograr llenar esos lugares sin ser candidata a Presidente? Puede, obvio, si después se sienta en cada acto, si después participa de cada encuentro con el candidato a Presidente de Unidad Ciudadana, que sería alguien así como «El Superviviente Designado».

Ahora, no la veo a Cristina sentada escuchando que bien habla uno de sus pollos. La verdad, dirá la doctora, para estar sentada en cada acto, para ir a cada encuentro, y después terminar hablando yo para que la gente me aplauda a morir, voy de parada y la única manera de estar parada es ocupando el cargo de candidata a Presidenta.

Cristina, si puede, si la ve, si tiene chances concretas de ganar, se mete en la pelea. Cualquier otra fórmula, sería un ensayo y no hay margen.

Pero como Cambiemos metió bien esa frase de que «Cristina tiene un piso alto pero un techo bajo» que todo el peronismo compró, si la señora encuentra candidatos que superen su propio caudal electoral, quizás se corra. Dicho así, la respuesta es: Sí, claro. ¿Cuál?

Los destinos de Rodríguez Saá, Rossi, Capitanich y Solá están más cerca de acompañarla en una fórmula que de obtener el papel protagónico.

Si bajamos a la provincia, candidatos hay de a docenas. Pero sólidos, con territorio y la decisión de jugar sólo dos. En el conurbano Magario y del interior Francisco «Paco» Durañona. En La Matanza, Magario sacó 397.298 mil votos con su lista local. Pero Paco Durañona obtuvo 5.053 y encima perdió frente a Cambiemos que sumó 8.743.

Así que la teoría de «uno del conurbano y otro del interior» se esfuma en el aire. Suponiendo que sea Magario la candidata el vicegobernador será de la Primera Sección Electoral. Alguien puede pensar porque no de la poderosa Quinta Sección del interior que cuenta General Pueyrredón (o Mar del Plata). Y es que de los 27 distritos que la componen, 17 están en manos de Cambiemos, entre ellos La Feliz; 4 son del Frente Renovador; 2 del Frente Justicialista; y sólo 4 en Unidad Ciudadana.

No hay chance para armar la candidatura a la Gobernación sino es con las dos principales secciones del conurbano. Lo que hay son variables. Puede que finalmente cobre valor Martín Insaurralde y se lance. Pero no genera entusiasmo en el núcleo duro de Unidad Ciudadana. Silvina Batakis se perfila para rivalizar con Magario y no es mala candidata. Y Gustavo Menéndez se abrió paso y puede ser un buen candidato a vicegobernador. Acá tenemos las dos fórmulas con mujeres a la cabeza: Magario / Menéndez e Insaurralde / Batakis. En los dos casos sería un acuerdo entre Unidad Ciudadana y el PJ.

Acá también hay que plantear la posibilidad de una Primaria con dos listas. Pero en 2015 no dio resultado. Después del desgaste la Primaria, les ganó Vidal.

En el territorio local, Unidad Ciudadana ya plantó un candidato: Lucas Ghi. El ex intendente confirmó que participará como pre candidato. Entiendo que lo de pre ya se cayó. Unidad Ciudadana no tendrá Primarias en Morón. Lucas Ghi será el candidato de Martín Sabbatella, el segundo tres veces intendente. Y esto le suma y le resta a Ghi. Martín Sabbatella le transfiere los votos del núcleo duro cristinista pero limita a que Ghi sume independientes progresistas.

Pero Martín Sabbatella no tenía otra salida. Si en 2017, Unidad Ciudadana Morón obtuvo el 32 % de los votos y metió cuatro concejales, con Lucas Ghi a la cabeza, piensa, piensa Martín Sabbatella digo, que de mínima repite el resultado. Y es lo que necesita. No lo necesitaba en 2017 y armó la «unidad» con el PJ que duró 24 horas. No es para menos después de todos los cadenazos que le pegó desde el Gobierno. De los 10 distritos que Unidad Ciudadana gobierna en la Primera Sección Electoral, sólo hubo unidad en Morón. Esta demostración le sirvió a Sabbatella para lograr dos cargos en la lista de diputados nacionales. Así entraron al Congreso Mónica Macha y Hugo Yasky, vicepresidente de Nuevo Encuentro Nacional.

Ahora Sabbatella pierde 4 bancas en el Concejo Deliberante y con un resultado similar al de 2019 las renueva. Pierden las bancas Diego Spina, Juan Carlos Martínez (reemplazante de Lucas Ghi), Florencia de Luca y Rogelia Franco. Cuatro sabbatellistas paladar negro. Los debe reemplazar y entonces ya no abrirá la lista como en el 2017. La salida es la Primaria. Pero Primaria no habrá porque no tendrá nadie que quiera presentarse para obtener el cuarto lugar de una lista que vaya a saber uno si llega al 32%.

A Spina, Martínez, De Luca y Franco puede que los reemplacen Damián Aguilar, Florencia de Luca (por la reelección), Diego Spina (por la reelección) y por qué no Camila Sabbatella. Esto no me lo contó nadie, ojo. Es mi imaginación puesta en texto. Y leer donde no hay palabras. Se quedan afuera o más lejos, Gonzalo Cancela y Juan Le Bas.

Unidad Ciudadana falló involuntariamente con la fórmula provincial 2015: Aníbal Fernández / Martín Sabbatella. El «terror» de la clase media más el «terror» de los peronistas juntos en una misma fórmula. Qué decirte. Ni a Narciso Ibañez Menta se le hubiera ocurrido. Una fórmula que no fue atractiva ni para adentro ni para afuera.

La próxima fórmula a Gobernador deberá contener una candidato seductor para los sectores medios progresistas, palabra que se dejó de usar en reemplazo de «campo nacional y popular» por la legítima apropiación que hizo del término Margarita Stolbizer. Si esa fórmula que deberá ser Unidad Ciudadana + PJ acopla bien con el perfil «yerno modelo» de Lucas Ghi, la elección que el sabbatellismo en Morón puede que sea buena.

El candidato lo tienen. Así como Tagliaferro sabe desmarcarse de Macri, Ghi se corre cuando pisa el distrito Amado Boudou o Luis D´Elía.

A este configuración, le faltan actores que no dejan de ser importantes como el Frente Renovador y el Peronismo Federal, Progresistas y el FIT y entonces se llega a un escenario de cinco fuerzas, o quizás cuatro. ¿Por qué? Porque imagino al Frente Renovador y al Peronismo Federal en una alianza para competir por fuera de Unidad Ciudadana.

Dentro del esquema FR más PF, el candidato lanzado es Martín Marinucci.

Ya tenemos una escena con tres actores: Tagliaferro, Ghi y Marinucci.

Marinucci es buen candidato, claro que mide lejos por debajo de Tagliaferro y Ghi. Pero puede retener los votos 2017, que fueron pocos, 10,44%, y quizás, si el cruce de Massa es bueno, subirlos. Lo deja parado para el 2023. No hay más que eso.

Marinucci seguramente tendrá como candidato a Presidente a un hombre del Peronismo Federal que es probable que sea Juan Manuel Urtubey, a Daniel Arroyo como candidato a Gobernador y él como candidato a Intendente.

Hoy se mostraron juntos en Morón.

Pero queda suelto un espacio: el PJ Morón que lidera Santiago Muñíz y Jorge D’Andrea. La pregunta es: ¿dónde se ubicarán? En una improbable Primaria de Unidad Ciudadana o en un acuerdo con el Frente Renovador más el Peronismo Federal.

El espacio de Progresistas va a tener que plantar a Margarita Stolbizer como candidata a Gobernadora para recuperar fuerzas en los 134 distritos de la Provincia. El GEN, la fuerza de Stolbizer, contrariamente a lo esperado, se debilitó en su alianza con Massa. Tanto, que en la Primera Sección tienen un sólo concejal: Sandra Yametti. Stolbizer debe empezar de nuevo a sumar y tendrá que jugar en Buenos Aires. O quizás una candidatura a Presidenta o Vice con el socialista Miguel Lifschitz, gobernador de Santa Fé.

Santa Fe – (Miguel Lifschitz): 8,36%

En Morón, o saca a un candidato a intendente de la galera como lo hizo en 2015 con Mario Mazzitelli o ocupa el rol Sandra Yametti.

Las variables del FIT son estables. Tienen a la «vieja guardia» de Néstor Pitrola, Rubén El Pollo Sobrero y Jorge Altamira pero los nuevos Nicolás del Caño y Myriam Bregman. Van a sorprender con el candidato a Gobernador. Y seguramente Jimena Lettieri del PO sea la candidata a intendente del FIT.

Por último, los gobernadores que aún no hay definido una posición:

La Pampa – (Luis Verna): 0,86%

San Juan – (Sergio Uñac): 1,67%

Chubut – (Mariano Arcioni): 1,29%

Total: 3,82%

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