
A más de un siglo de su llegada a Argentina, el Malbec sigue siendo el motor de las exportaciones vitivinícolas y un sello de identidad nacional
Cada 17 de abril celebramos el Día Internacional del Malbec y en ese marco, Huarpe Riglos Family Wines rinde tributo a esta cepa con su Gran Malbec de parcela “Margot”, un vino que une arte, historia y territorio en cada copa. Nacido en la finca Las Divas, en Gualtallary, Mendoza, es el reflejo del potencial de esta variedad en altura y su reconocimiento global.
El Malbec llegó a la Argentina en 1853 y encontró en Mendoza un lugar ideal para desarrollarse. Hoy es la uva más representativa del país y un símbolo de su identidad vitivinícola. El Gran Malbec de Riglos se produce en la parcela “Margot”, nombre inspirado en homenaje al tango popularizado por Carlos Gardel. Esta conexión rinde tributo a dos expresiones artísticas profundamente argentinas: el vino y la música.

“El vino es una forma de expresión. Como el tango, puede emocionar y contar una historia desde su autenticidad”, señala José Hernández Toso, enólogo y director de Huarpe Riglos Family Wines.
La finca Las Divas, ubicada en Gualtallary (Valle de Uco), cuenta con suelos franco arenosos con gravas, riego por goteo y un sistema de conducción de alta espaldera (VSP). La altitud, el clima y el manejo de viñedos permiten obtener uvas de alta calidad, con gran concentración, frescura y elegancia.
El Gran Malbec ha sido reconocido con más de 25 puntuaciones superiores a los 90 puntos por medios internacionales como Wine Spectator, Wine Advocate, Wine Enthusiast, Descorchados, Decanter, entre otros. Sin embargo, desde la bodega destacan que el verdadero valor de este vino no se mide sólo en puntajes.

“Cada parcela no solo rinde homenaje a una Diva, sino que también resume nuestra filosofía de trabajo: interpretar el terruño con sensibilidad, respetar el carácter de cada cosecha y elaborar vinos con identidad”, agrega.
Durante todo abril, Huarpe Riglos Family Wines invita a celebrar el Malbec como una identidad compartida. El Gran Malbec de parcela Margot es, en ese sentido, una copa que une tradición, arte y territorio.
