¿Quién fue el único astronauta argentino en la NASA? Se trata de Fernando Caldeiro, nacido el 12 de junio de 1958 en Argentina y elegido astronauta en 1996 en Estados Unidos, formando parte del grupo de 16 astronautas con que contaba la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
El único astronauta argentino en la NASA fue de Ituzaingó y se lo conocía como «Frank«, un hombre con descendencia gallega. Él mismo se definía como un berciano y gallego de alma, argentino de nacimiento y estadounidense por accidente.
Fernando Caldeiro hizo la primaria y parte de la secundaria en la Escuela N° 84 de Ituzaingó bautizado como Paul Groussac y que todavía existe.
Fernando Caldeiro, aunque había nacido en argentina, nunca olvidó sus orígenes españoles. E incluso consideraba que su ciudad era Nueva York (EE.UU.), donde emigraron sus padres en los ’70. Allí llegó a los 16 años, con poca idea de inglés, pero logró superar el bachillerato en la W.C. Bryant High School de Long Island, Nueva York, en 1976.
Luego ingresó a la Universidad Estatal de Nueva York y obtuvo un título en ciencia aplicada en Tecnología Aeroespacial para trasladarse a Arizona y estudiar Ingeniería Mecánica en la universidad del mismo Estado, y egresar como licenciado en 1984.
Siendo Licenciado en Ingeniería Mecánica, en 1985 comienza a trabajar para la empresa Rockwell International, hoy parte de Boeing Company, como Director de Pruebas en la producción del bombardero Rockwell/USAF B-1B y la supervisión de su funcionamiento en vuelo. Su responsabilidad era tan alta que llegó a supervisar la entrega de 100 aviones Rockwell/USAF B-1B.
En 1988, Boeing Company lo «sedió» al Centro Espacial Kennedy (KSC) que la NASA tiene en Florida para ocuparse del sistema principal de propulsión de los transbordadores aeroespaciales. También asesora en las labores de tierra y lanzamiento del Orbitador Discovery.
Finalmente, Fernando Caldeiro se radica en Merritt Island, una localidad pegada al Centro Espacial Kennedy, lugar en el que conoce y se casa con una trabajadora del lugar: Donna Marie Emero, con quien tuvo dos hijas.
Las costas de Florida también le permitieron a Fernando Caldeiro practicar el submarinismo, aunque su verdadera pasión era volar. Incluso llegó a construir durante varios años su propio avión experimental.
Luego de seis años de trabajo ininterrumpido, en 1991 el Centro Espacial John F. Kennedy de la NASA lo contrata definitivamente como experto en criogenia y sistemas de propulsión y comenzó a trabajar en la Oficina de Seguridad y Control de Misiones.
Y así, en 1995 toma una beca para cursar un Máster de Gerencia en Ingeniería en la Universidad de Florida Central.
En 1996, la NASA abrió una convocatoria para seleccionar a diez pilotos y 25 especialistas para misiones espaciales, y entre más de 2.400 solicitudes, Fernando Caldeiro fue uno de los expertos elegidos.
En agosto de ese mismo año, lo trasladaron al Centro Espacial Johnson, en Houston, Texas. Ahí superó dos años de duro entrenamiento y formó parte de la «Promoción 16» de astronautas apodada «Las Sardinas», a la que también perteneció su amigo Pedro Duque, un español de la Agencia Espacial Europea.
Egresó como «Especialista de Misión». Y había conseguido sus «Alas de Plata», que se convertirían en «Alas de Oro» si un día viajara al espacio.
En tanto, se lo asignó a la Oficina de Astronautas, rama de operaciones de la estación. En esa área, revistió como astronauta de apoyo. En caso de que entrara en acción, debía revisar los controles ambientales de la Estación Espacial Internacional que administraban Europa, Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá justo un hombre como Fernando Caldeiro nacido en el Barrio Villas Las Naciones de Ituzaingó, Buenos Aires, Argentina.
Mientras Fernando Caldeiro repasaba los sistemas de las naves, volaba aviones supersónicos de forma rutinaria y supervisaba los módulos destinados a partir rumbo a la Estación Espacial Internacional, paralelamente realiza muchas horas en los simuladores de vuelo del Trasbordador Espacial. Sin embargo la llamada para formar parte de una misión al espacio sobre un trasbordador nunca le llegó.
¿Qué ocurrió? El primer obstáculo fue el accidente fatal del Transbordador Espacial Columbia.
Aquel dìa, un 1º de febrero de 2003, la tragedia le ganaría a la ciencia y se llevaría la vida de los siete tripulantes del transbordador, tres de ellos compañeros de promoción de Fernando Caldeiro.
Fue un duro golpe para el programa astronómico de mayor presupuesto en el planeta. Pero también para Fernando Caldeiro ya que tres de los siete tripulantes eran amigos personales.
Al accidente le sucedieron las posteriores cancelaciones y retrasos en los programas de la agencia espacial.
En enero de 2007, Caldeiro fue reasignado al programa de investigación a alta altitud WB-57, formando parte del equipo de operaciones de vuelo en la Aircraft Operations Division (AOD) en la base Ellington Field ubicada en Texas donde dirigió la integración y la operación de los experimentos atmosféricos de investigación a grandes alturas.
Pero meses después recibiría la peor de las noticias: tenía un tumor cerebral.
¿Su sueño? Ser astronauta de la NASA y viajar al espacio. El primero lo consiguió, pero el segundo, no llegó a tiempo ya que falleció de manera prematura en 2009 a los 51 años a causa de aquel tumor cerebral.
En su homenaje, el Ayuntamiento de Toral de los Vados nombró como «Fernando (Frank) Caldeiro» un Centro de Participación de esa localidad española.
Y en Argentina se lo recuerda de la Plaza de la Fuerza Aérea del Barrio Villa Las Naciones de Ituzaingó ubicada en Posta de Pardo y Colombia.
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