Alzheimer, una enfermedad compartida. El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa cuya evolución es lenta y silenciosa. Su proceso de deterioro puede empezar 20 años antes de su diagnóstico, existiendo métodos para la detección temprana.
Al no tener una cura es importante detectarla lo antes posible, ya que los medicamentos actúan sólo si la enfermedad se diagnostica a tiempo pudiendo retardar su evolución.
No dejes de consultar a un médico neurólogo si observas alguno de estos síntomas:
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Las acciones cotidianas, como vestirse, cepillarse los dientes, cocinar o tejer comienzan a realizarse sin secuencias lógicas, por ejemplo: abrir el gas y no prender el fuego o vestirse en una forma distinta a la habitual, como de forma extravagante.
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Realizar acciones sin el objeto necesario o usando un objeto de forma inadecuada como subirse a una bicicleta por el manubrio.
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Pérdidas de códigos de comportamiento, por ejemplo al sentarse a la mesa a comer o al ir al baño.
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Alteración de las palabras, reducción del vocabulario, olvido de los nombres de las cosas o reemplazo de palabras.
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Pérdida del manejo de las 3 dimensiones, dificultad para calcular distancias.
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Cuadros de depresión severa o alteraciones del pensamiento.
Se conoce al alzheimer como una enfermedad compartida debido a que los pacientes necesitan de ayuda y acompañamiento, tanto de profesionales de la salud como de su entorno familiar. Si conoces a alguien que lo padece te contamos cómo podés ayudarlo, algunas simples tareas:
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Hablale en tono claro, haciendo contacto visual y con pocas palabras.
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Ayudalo ordenando la ropa que debe usar, para que comenzar cada día sea más fácil.
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Cuidá su alimentación, que sea abundante en carnes, frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva y en porciones pequeñas